HISTORIAS
¿Un mundo sin alimentos procesados?
Un divertido artículo del Washington Post de este fin de semana, denominado This is what life would actually be like without processed food, y sobre el cual se inspira esta nota, nos plantea cómo sería la vida sin alimentos procesados.
Probablemente, por el título del artículo, ya te estés imaginando que vamos a contraponer a la comida procesada, la comida saludable y, en realidad, no se trata de eso.
Un nuevo estudio, llega a la conclusión que hoy nuestra vida es más sencilla y mejor, gracias a la comida procesada, pero entendiendo por esta cualquier tipo de procesamiento de los alimentos, y, no solo por asociación, la comida de McDonalds, Burger King, entre otros.
En realidad casi todo lo que comemos está procesado. Esa es la idea de la que parte Daniel Lieberman, profesor de ciencias biológicas de la Universidad de Harvard, quien señala que la primera forma de procesamiento fue el corte. Me refiero a cortar los alimentos en pequeños trozos, en lugar de abalanzarse sobre un vaca, una cabra o un cerdo muerto y tratar de extraer los trozos de la carne con nuestros dientes.
Si no pudiéramos cortar los alimentos, sería muy difícil comerlos dice el investigador, quien conjuntamente con Katherine Zink, son autores del estudio Impact of meat and Lower Palaeolithic food processing techniques on chewing in humans realizaron un experimento con personas a las que les dieron a masticar carne de cabra y verduras en diferentes fases de procesamiento y, sin procesar. El resultado fue que comprobaron que el ser humano es pésimo en masticar carne cruda, hasta que esta se corta en pedazos muy pequeños.
Por ello, la vida de nuestros antepasados para alimentarse fue dura, porque siendo carnívoros, tenían dificultades para morder la carne cruda, hasta que crearon herramientas de piedra para cortarla. Desde ese momento, pudimos dejar de dedicar tanto tiempo a masticar.
Todo esto ha impactado en la evolución del hombre, y de tener mandíbulas muy desarrolladas, ahora tenemos problemas porque no se desarrollan bien, al no tener que hacer tanto ejercicio. El problema es que el número de dientes no se han reducido, lo que genera problemas dentales porque no encajan en mandíbulas tan pequeñas.
Esto que está ocurriendo abona a favor de ir hacia la comida cruda que puede obligarnos a dedicar algo más de tiempo a masticar y más energía en digerir. Pero, tampoco se trata de llevarlo al extremo de volver a los tiempos en que teníamos que masticar todo el día.
Solo se trata de ver lo procesado en su real dimensión. Después de todo, estos investigadores han llegado a demostrar que no fue malo avanzar en procesar los alimentos, menos aún en sus formas más básicas como cortarlos.
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