HISTORIAS
El gen del liderazgo
La pregunta de si los líderes nacen o se hacen es una de las más importantes en el mundo de los negocios. Un estudio reciente se propuso encontrar si existe tal cosa como el gen del liderazgo. Para hacerlo compilaron información sobre el ADN, las características personales, el comportamiento y la historia profesional de dos grupos de personas (uno de 300 y el otro de 13,000) y evaluaron si la presencia del gen transportador de la dopamina DAT1 jugaba algún rol sobre las características de liderazgo de las personas. Ya en el pasado otras investigaciones han demostrado que los sistemas de dopamina del cuerpo están asociados con rasgos personales como la motivación, la impulsividad y el autocontrol, los cuales están vinculados con el liderazgo.
Los resultados del estudio fueron tres:
- En primer lugar, se encontró que las personas que poseían alguna versión del gen reportaron haber sido más indisciplinados en su adolescencia. Este hallazgo es importante porque investigaciones pasadas ya han encontrado una relación entre la indisciplina de la juventud con el potencial de liderazgo de una persona. Para los investigadores que realizaron el estudio, este hallazgo sugeriría que el gen podría tener una relación con el liderazgo.
- En segundo lugar, se encontró que las personas que poseían alguna versión del gen carecían de lo que se conoce como “personalidad proactiva” o la aptitud para tomar la iniciativa y perseverar en el cumplimiento de sus logros. Este hallazgo le quita fuerza al argumento anterior pues investigaciones pasadas han conseguido vincular claramente las “personalidades proactivas” con los líderes.
- En tercer lugar, no se encontró una mayor incidencia de logro de posiciones gerenciales importantes en las personas que poseían alguna versión del gen.
Los resultados del estudio están muy lejos de ser concluyentes. Por ello, los autores formulan sus afirmaciones con cautela. Para ellos “un gen no convierte a una persona en líder”. Sin embargo, señalan también que los genes sí podrían ser uno de los muchos determinantes que explican por qué algunas personas consiguen ocupar posiciones de liderazgo y otras no. La implicancia de este hallazgo para el manejo de recursos humanos es que para sacar lo mejor de cada empleado se requiere un manejo personalizado antes que políticas generales.
Finalmente, los autores se plantean la pregunta de si es que en un futuro cercano las personas estarían tan interesadas por conocer su propensión genética al liderazgo como hoy lo están para conocer su propensión a contraer ciertas enfermedades. ¿A Usted le gustaría saberlo?
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