IDEAS
El Trump que todos llevamos dentro
Ya sea por su conducta arrogante en sus apariciones en show de televisión “The Apprentice”, por su estilo de vida extravagante o por su reciente candidatura a la Presidencia de Estados Unidos, Donadl Trump es un personaje que da que hablar.
Para muchos profesores de liderazgo, Donald Trump personifica todos los valores que un líder no debe tener. Mientras un líder debe ser un modesto jugador de equipo, comprometido con la igualdad y diversidad, bueno para manejar riesgos y lidiar con la prensa, Trump es precisamente todo lo contrario. A pesar de ello y contra todos los pronósticos actualmente lidera las encuestas de preferencia entre quienes buscan convertirse en el nominado del Partido Republicano para las próximas elecciones presidenciales.
Adam Galinsky y Maurice Scweitzer prueban en una serie de experimentos descritos en su libro “Friend and Foe” que cuando a las personas se les hace sentir poder, su comportamiento cambia. Esto quiere decir que tú, aunque no lo creas, podrías convertirte en el próximo Trump, si es que alguien consigue hacerte sentir poderosos.
Hay muchas maneras para hacer sentir poderosas a las personas. Algunos métodos cuya efectividad ha sido comprobada:
- Hacerle a las personas recordar un momento en el que ejercieron alguna posición de poder.
- Pedirle a la personas que se pongan las manos en la cintura o que se golpeen el pecho como un gorila.
- Hacerle escuchar himnos a las personas.
¿Y cómo cambia el comportamiento de las personas que sienten que tienen más poder?
- El poder vuelve las personas más egoístas. Por ejemplo, cuando se realizan juegos de roles con personas (jefe y empleado) y se plantea una situación en la que los participantes deben decidir cuán generosos ser, los que termina siendo más generosos son los empleados, no los jefes.
- El poder evita que las personas puedan ponerse en los zapatos de los demás. Por ejemplo, a un grupo de participantes, luego de habérseles hecho sentir más poder, se les pidió que se dibujen una letra “E” en la cabeza. Muchos de ellos, la dibujaron invertida, es decir, de la forma cómo se ve la letra “E” desde ellos mismos y no de la forma en la que los demás la verían.
- El poder induce a las personas a tomar más riesgos y a mentir. Por ejemplo, las conductas sexuales de riesgo suelen estar asociadas con personas con poder; el ocultamiento de evidencia para evitar que se descubra alguna mala práctico de lito, también lo son.
Por eso es que la mayoría de empresas cuando reclutan a sus líderes ahora buscan a aquellos que estiman que el poder les afectará menos. Así que ya lo sabes, no te burles demasiado de Trump porque tú podrías ser el siguiente.
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