IDEAS
El autismo y el trabajo
La Gran Apuesta es una película que se estrenó el año pasado y trataba sobre la crisis financiera del 2008. Si no la has visto, hazlo ahora. Resulta que en esta, un empresario se da cuenta de que todo el sistema financiero caería debido a un error en el sistema. Pero esta persona no era un súper investigador con una cantidad abrumante de datos e investigaciones de años de estudiar el sistema. No, el que se percató del error era un tipo que se la pasaba tocando batería en su oficina. Una persona dentro del espectro de autismo.
Si bien en la película este personaje tenía una posición privilegiada en su empresa, la gran mayoría de personas en algún lugar del espectro del autismo no tienen la misma suerte. Es más, muchos ni siquiera pueden encontrar trabajo. Precisamente, artículo “Autism Can Be An Asset In The Workplace, Employers And Workers Find” de NPR, sobre el que se inspira esta nota, señala que el 40% de estas personas no conseguían trabajo ni tenían estudios completados.
Muchas empresas tienen miedo de contratarlos. De cierta manera, es comprensible. Como sociedad solemos tener una tendencia de rechazar a todo aquel que es diferente. Esto ha sucedido en diversos momentos durante la historia. Sin embargo, la noción de que por ser autistas no sirven para trabajar, es errónea. Los jóvenes con alguna forma de autismo tienen las mismas aspiraciones que cualquier persona de su edad, pero no tienen las mismas oportunidades para lograr sus sueños.
En vez de rechazar a todo un sector de la población (al menos 50,000 jóvenes con alguna manifestación en el espectro del autismo se hacen adultos cada año en los EE.UU.), se debería encontrar un lugar donde sean buenos y ayuden a las empresas.
Este parece ser el caso del Banco de América que tiene una pequeña división donde solo trabajan estas personas y se encargan de imprimir, revisar y ordenar documentos referidos a clientes. Si bien ese trabajo parece lo más aburrido del mundo, las personas dentro del espectro de autismo se siente muy entretenidos de hacer esas tareas.
Esto se debe, dice Duke Roberson, encargado de la división, a que estos trabajadores disfrutan muchísimo y encuentran confort en trabajos repetitivos. Además, suelen ser maestros natos en encontrar errores en lugares donde el resto del mundo no vería absolutamente nada. Roberson cuenta que uno de sus trabajadores necesita incluso sentarse en el mismo lugar todos los días, o sentirá que su día está arruinado.
Como mencionamos previamente, no se trata de rechazar a toda una parte de la población por ser diferente, sino encontrar un lugar donde se sientan y sean útiles.
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