IDEAS
Es mentira que todo va a estar bien
Todos los que hemos sufrido la pérdida de un ser querido hemos experimentado la sensación de vacío por aquello que ya no será y la incertidumbre de saber si se podrá o no manejar todo lo que representa esa pérdida. Ya sea que la pérdida haya sido inesperada o no, el dolor y la frustación de no poder entender por qué se ha producido es tremendo. En las últimas semanas Sheryl Sandberg, la ejecutiva de Facebook; y Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos han sufrido dolorosas pérdidas y han compartido lo que han aprendido de ellas con el público.
- La historia del antes Senador y hoy vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, es conmovedora pues no se trata de la primera pérdida que sufre en su familia. Biden perdió a su esposa Neilia y a su hija Naomí días antes de la Navidad de 1972 y de su juramentación como Senador. En el accidente de tránsito, que ocurrió mientras iban a comprar un árbol de navidad, solo sobrevivió su hijo Beau de 4 años . En aquel entonces, Joe Biden, respondió una nota de condolencia a un adolescente, evocando lo mucho que le debía a su esposa y recordando la capacidad que tenía ésta para hacer que la vida de los demás valga la pena. En su respuesta, Biden también reconocía que no podía entender (y admitía que quizás nunca llegue a hacerlo) la tragedia que estaba viviendo. Ahora, Joe Biden, ha perdido otro hijo, el mismo que sobrevivió al accidente. Esta vez, un cáncer cerebral se lo quitó. Nadie como él para saber que la vida muchas veces nos depara cosas que no podremos nunca comprender.
- Sheryl Sandberg, la ejecutiva de Facebook, también sufrió recientemente una pérdida igual de dolorosa por lo intempestiva. Su esposo Dave murió trágicamente hace poco más de un mes tras sufrir un accidente mientras se ejercitaba en una faja caminadora. En un post reciente en su cuenta de Facebook, Sandberg reconoce que por ahora el vacío ha invadido su corazón, su capacidad de pensar y de respirar, y probablemente en el futuro sea invadida constantemente por esa misma sensación. Sin embargo, también admite que otra parte de su ser busca encontrar razones para seguir adelante.
Sandberg señala que en las pocas semanas desde que murió su esposo ha aprendido más sobre el dolor que en toda su vida. Admite que nunca supo qué decir a nadie en situaciones de pérdida y también cuenta que tras su experiencia ha constatado que lo peor que una persona amiga le puede decir a otra que acaba de sufrir una pérdida es que todo va a estar bien. Eso para ella es mentira.
Historias como las de Biden y Sandberg ocurren cada minuto que pasa en todo el mundo y son simple muestra de lo efímero que es todo en la vida. En el momento menos pensado, la vida nos puede jalar la alfombra y hacernos caer dolorosamente. La vida continúa y siempre es posible recuperarse. Sin embargo, la manera más rápida de hacerlo es reconociendo que nada volverá a ser igual, que todo por un buen tiempo no estará bien; y haciendo el compromiso por sacarle el mayor provecho a la vida como una manera de celebrar la vida de quien nos dejó.
La próxima vez que tenga que acompañar a alguien en una situación de dolor, abrácelo y hágase presente. Y cuando lo vea al poco tiempo, no le diga que todo va a estar bien. Simplemente pregúntele cómo está ese día. Para quien se recupera de una pérdida, un día de tranquilidad ya es bastante.
Publicar un comentario