HISTORIAS
El drama de los "blancos de mediana edad" en los EE.UU.
En muchos círculos de izquierda se califica al estadounidense blanco como alguien que goza de mayores beneficios que el resto de la población. Sin embargo, algunas evidencias parecen indicar lo contrario. Una pareja de esposos, ambos economistas de Princeton, se han dedicado a evaluar la vida de los estadounidenses blancos de mediana edad sin un título universitario desde hace unos años, y sus resultados siempre han sido motivo de controversia.
Sin embargo, no se trata que sean controvertidos por su contenido crítico, sino más bien por la profunda negatividad con la que presentan los datos sobre este segmento de la población americana. Hace dos años Anne Case y Angus Deaton publicaron su primer estudio del tema, y este año han publicado la continuación, afirma el artículo de The Atlantic, titulado “Is Economic Despair What's Killing Middle-Aged White Americans?”, sobre el que se inspira esta nota.
En su primera publicación, la pareja de esposos afirmó que las personas blancas estadounidenses de mediana edad estaban muriendo en mayores cantidades que el resto de la gente en el país debido a “muertes de desesperación", mientras que personas en el resto de los países desarrollados viven más. En otras palabras, suicidios, sobredosis por abuso de bebidas alcohólicas y drogas, y enfermedades al hígado relacionadas con el consumo de alcohol serían las principales causas de muerte en este grupo humano.
En este estudio, los esposos no presentaban una posible causa de esa estadística, sino solo los hechos. Sin embargo, han querido llenar este vacío con un estudio que se publicará en los próximos días, en el cual intentan explicar el porqué de estas muertes. Este podría resumirse a una cuestión de cambio, decepción y depresión.
En antaño, los estadounidenses sin un título universitario podían asumir la mano de obra del país, teniendo un trabajo capaz de sostenerlos a ellos y a sus familias. Sin embargo, la generación de sus padres fue la última que tuvo una gran cantidad de posibilidades en norteamérica. La calidad de vida de esta generación anterior es infinitamente superior a la de ahora. El hecho de cada vez alejarse más del éxito que sus padres tuvieron hace que se depriman. Además, debido a estos factores y al hecho de que su vida no termina como ellos la soñaron y esperaron lleva a sumirlos en una depresión aún más profunda. Si se suma a esto los altos índices de divorcio por peleas, malentendidos y problemas, podría llegarse a comprender por qué muchos de ellos empiezan a dedicarse a sobrealimentarse, y a conductas excesivas de abuso de alcohol y drogas.
La Commonwealth Fund ha publicado estudios afirmando que las muertes se deben a una mala dieta y a un consumo excesivo de opioides y alcohol. Según los esposos, esto deriva de la depresión en la que los estadounidenses blancos de mediana edad se encuentran.
Y es que entran en un círculo vicioso, de bebida y mala dieta que los lleva a enfermarse y esta circunstancia les impide buscar trabajo.
Estas son las personas que votaron por Trump. Se trata de ciudadanos que sienten que el sistema los ha abandonado, que no tienen las mismas oportunidades que sus padres y están muriendo más. El Estado les ha fallado.
Estas cifras son menores a las muertes en Europa, debido a que los europeos pueden encontrar un amparo económico y médico en el estado si es que no tienen trabajo. En cambio, en Estados Unidos prima la meritocracia y el que no trabaja es dejado de lado.
En resumen, este estudio podría ser una oportunidad valiosa para que quiénes están a cargo del país se pregunten si el sistema elegido es el mejor, considerando el valor de la vida humana.
Publicar un comentario