IDEAS
La “cajita feliz” no tendrá juguete en Chile
Hace unos días, mi pequeño hijo y yo quisimos preparar un queque y nos fuimos al supermercado en busca de los ingredientes. Mientras yo iba por la harina, él fue por la mantequilla y cuando regresó traía consigo un envase de margarina y cuando le dije que prefería que fuese mantequilla, me mostró que el envase tenía unas pegatinas de Kung Fu Panda III, y me pidió que compráramos esa margarina.
Esto es lo que se llama un gancho para los chicos y cada vez es más sorprendente los productos en los que a las empresas se les ocurre incluirlos.
En Chile, eso ya no ocurrirá, porque a partir del 27 de junio -en el marco de la vigencia de la Ley de Etiquetado de Alimentos en ese país- los alimentos envasados deberán tener rótulos que adviertan a los usuarios sobre los altos niveles de azúcares, calorías, sodio y grasas saturadas, pero además, estará prohibido que se vendan alimentos con nutrientes críticos (exceso de sal, azúcar y grasas saturadas) que se promocionen con juguetes en su interior.
Precisamente, el jefe del Departamento de Políticas Públicas del Ministerio de Salud de Chile, Tito Pizarro, ofreció unas declaraciones a un medio de comunicación de ese país, indicando que a partir de dicha fecha, productos como el Kinder Sorpresa no podrá venderse y la Cajita Feliz de McDonald´s tendrá que dejar el juguete de lado para poder seguir comercializándose porque este se considera un gancho comercial. Esto último ha generado controversia porque la “Cajita Feliz” no es exactamente un producto envasado, pero el funcionario ha advertido que no podrá promocionarse acompañada con juguetes.
Esto significa que la regla es general para todo tipo de producto que contenga nutrientes críticos y que no podrán continuar comercializándose con figuritas en el interior.
El funcionario también explicó que la norma no contempla restricciones a la comercialización en la cercanía de los centros educativos, pero indicó que algunos municipios han optado por regular esta práctica y han restringido la venta de alimentos con nutrientes críticos cerca a los centros educativos.
Como se sabe, cuando se debatió la norma, el objetivo que se privilegió fue atacar un problema de salud pública que está afectando ese país y que es el alto índice de obesidad en niños menores de 14 años. Por ello, la norma incluye la referencia a “ALTO EN”, en la cara principal de los envases, para que todos los consumidores puedan distinguir claramente lo que están consumiendo.
Toda una revolución contra la obesidad que algunos países deberíamos mirar para seguir su ejemplo.
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