IDEAS
¿Por qué tengo esta nariz?
Las narices aunque no lo parezca, han tenido un eje central en nuestra historia. Se han escrito cuentos y novelas con estas de protagonistas (como “Pinocho” o “El Perfume”), se han esculpido miles de tipos de narices en bustos y esculturas, se han pintado, se han fotografiado, se han filmado, entre otros. Los ejemplos de las cosas se han hecho con ellas son interminables. La posibilidad de poder cambiarlas por motivos estéticos o de salud más bien es algo reciente con la cirugía plástica.
Sin embargo, como muchas cosas en nuestra vida, es probable que pocas personas se hayan detenido a pensar por qué tienen esa nariz, si el asunto es hereditario o arbitrario, entre otros. La respuesta en este caso, como en muchos otros, es que los responsables son los genes. Así lo afirma el artículo de ZME Science “These five genes code your nose’s shape, among other things”.
Los estudios que identifican cuáles son los genes que determinan que una persona nazca con una nariz respingada o aguileña, son bastante recientes. Precisamente, el artículo afirma que, al menos, existen 14 tipos de narices. Además, añade, que estas prevalecen sobre todo debido a herencia y están directamente relacionadas con la evolución y los distintos climas donde nuestros ancestros vivieron. En otras palabras, las narices en un momento se adaptaron al clima donde se encontraban, dando a luz a los distintos tipos.
El estudio también precisa que son 5 los genes que se han encontrado que tienen relación con la nariz que llevamos. Estos controlan cosas como tamaño y que tan puntiaguda es. El trabajo demoró 5 años y se hizo observando y analizando 6,000 fotos de rostros latinoamericanos, donde se medía la nariz. Luego de esto, se sacaba la secuencia de su ADN y se buscaron conclusiones. De los estudiados, la mitad eran de ascendencia europea, 45% nativos y 5% africanos.
Si bien los estudios podrían parecer inútiles para muchas personas, estos tienen un gran peso científico porque dan luces de la adaptabilidad y la evolución del homo sapiens a su ambiente. Además, el artículo afirma que también podrían ayudar a científicos forenses a poder esbozar en un identikit la cara de un criminal con evidencia mínima de ADN, en la medida que partir de este se puede descubrir cómo es su nariz.
Así que ya sabes lo que hay detrás de aquella que siempre va por delante de nuestros ojos.
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