Cindi Jebb en West Point

Si bien cada vez es más frecuente que las mujeres alcancen altos puestos a nivel empresarial o en la vida política, lo cierto es que su participación sigue siendo minoritaria respecto a los hombres no solo en países como el Perú, sino en el mundo entero.

Esto ocurre porque el mundo sigue siendo de los hombres, a pesar de los logros que han tenido las mujeres.

Por eso, el hecho que una mujer haya sido nominada en abril para dirigir el Consejo Académico de una de las instituciones militares más importantes de los EE.UU. es noticia y es un ejemplo para que otros países repliquen la experiencia y apuesten por confiarles este tipo de cargos, según da cuenta Swiss Info, en su artículo “Por primera vez mujer será decana de escuela militar de West Point en EEUU”, sobre el que se basa esta nota.

Se trata del caso de Cindy Jebb, a quien el presidente Barack Obama designó para que ocupe el cargo de decana de la Academia Militar West Point (United States Military Academy), creada en 1802 y ubicada cerca de New York. Solo para entender la importancia de su nominación, se tiene que saber que será la primera mujer en conducir dicha escuela, para la cual ascenderá al rango de general y cuya designación debe ser confirmada por el Congreso.

La decisión de Obama tiene mucha importancia porque cada vez más, las mujeres han empezado a jugar un papel importante en el Ejército de Estados Unidos, donde representan el 16% de los efectivos.

Lo bueno, es que esta decisión no ha sido la única hasta ahora, sino que hay dos mujeres más que han sido ascendidas a cargos importantes dentro del ejército americano. Diana Holland, que en enero de este año asumió la jefatura de la escuela de cadetes de West Point, y Lori Robinson, quien recibió la nominación para dirigir el Comando de las Fuerzas Armadas para América del Norte (Northcom por sus siglas en inglés).

Estados Unidos está dando un ejemplo al resto de países occidentales sobre el rol que pueden jugar las mujeres en instituciones que tradicionalmente están conducidas por y para hombres.

Esperemos que no esté lejos el tiempo en que la Escuela Militar de Chorrillos y la Escuela de la Policía Nacional sean conducidas por mujeres. Probablemente, le impondrían su impronta personal, y probablemente darían igual importancia a enseñar a manejar un arma, como a los valores propios de un buen oficial o policía.