IDEAS
¿Querernos como somos?
En los últimos años se ha desarrollado una corriente de aceptación personal, cuya filosofía es “amarse a sí mismo, tal como uno es, con sus virtudes y defectos”, lo cual debe llevarnos a tener una vida más sana, equilibrada y exitosa. Este pensamiento ha sido difundido de distintas maneras y está principalmente ligado a mejorar la autoestima de las personas. Actualmente, alrededor de 200 mil niños y jóvenes se suicidan debido al denominado bullying (acosar a una persona con burlas, chantajes o insultos constantes), de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas. Así mismo, la anorexia (trastorno alimenticio causado por la distorsión en la autopercepción física de la persona) es la tercera enfermedad crónica en el mundo, con una tasa de mortandad de entre 3 y 15 % de los casos. Estos son solo dos ejemplos de los muchos que afectan la autoestima de las personas.
Sin embargo, Michael Puett, filósofo profesor de Harvard, afirma que esta idea de que debemos aceptarnos como somos podría tener consecuencias peligrosas. De acuerdo a un artículo de The Independet titulado A Harvard philosophy profesor on why you shouldn’t love yourself as you are, en el cual se hace referencia a la propuesta de Puett, esta forma de pensar pone en riesgo las posibilidades de éxito de las personas.
Puett señala que al buscar el verdadero amor dentro de nosotros mismos, estamos asumiendo que somos estables y perfectos. El hombre es una criatura de caos, definida por sus hábitos y estados de ánimo, explica, por lo que, al aceptarnos como somos nunca cambiaremos aquello que está “mal”. En otras palabras, aceptarnos equivaldría a quedarnos sentados y esperar ganar la carrera desde nuestros cómodos asientos.
Lo que este filósofo propone es que, por el contrario, debemos cuestionarnos y evaluarnos constantemente, de manera que podamos romper con nuestras raíces, tomar el control y cambiar lo que nos obstaculiza desde dentro para poder lograr lo que queremos. Esto puede empezar desde las cosas más pequeñas como la manera en la que hablamos, sonreímos o caminamos. Una mínima modificación puede hacer la diferencia y permitirnos dar el primer paso hacia una vida más acorde con lo que anhelamos.
Es cierto que nadie es perfecto como es. Sin embargo, quizá podamos encontrar un punto medio en el que nos conozcamos y aceptemos quiénes somos pero estemos dispuestos a cambiar aquello que podría hacernos mejores.
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