Lo que está detrás del abuso de los "selfies"

¿Cuándo fue la última vez que te tomaste un selfie?

Probablemente, la respuesta sea que acabas de hacerlo y esto tiene que ver con una tendencia que se ha vuelto dominante en los últimos años, que se ha visto reforzada gracias a los celulares inteligentes y las redes sociales.

De acuerdo a un artículo de The New York Times, titulado “Is Selfie Culture Making Our Kids Selfish?” detrás de una tendencia como esta habría un exceso de narcisismo que es malo para los jóvenes.

Michele Borba, autora del libro UnSelfie, señala que esto está ocurriendo porque el mundo está plagado por el narcisismo donde el ego de saberse especial, único y querer mostrarlo al resto del mundo, está haciendo que se pierda la perspectiva que son las personas empáticas las que triunfan y no las que solo piensa en sí mismas.

Para Borba, el origen de esto data de 1980, cuando se promovió en los EE.UU. una campaña para aumentar la autoestima de las personas. Para ella, la autoestima es un balance entre sentirse querido y tener la competencia para manejarse bien en la vida. Esta campaña trajo consigo un aumento tremendo en el sentirse querido, pero sin ninguna competencia para saber vivir con los demás, lo cual influyó en el crecimiento de los egos de esta generación.

También culpa al hecho de vivir pegados a las pantallas de nuestros celulares, que estemos perdiendo la capacidad de saber leer a las personas, es decir, nos volvemos incapaces de percibir qué sienten  o qué quieren con tan solo mirarlos. Esto es un problema, porque al volvernos incapaces de sentir lo que siente otra persona, dejamos de ver el mundo como un todo y nos enfocamos sólo en nosotros. Afortunadamente, esto puede cambiar y mejorar.

No se necesitan años de terapia ni nada por el estilo, sino más bien volver a juegos como el ajedrez o actividades como leer y ver películas para empezar a cambiar esto. El ajedrez ayuda porque tienes que analizar qué podría estar pensando la otra persona, para así adelantarse a sus jugadas. La lectura puede hacernos reflexionar sobre problemas morales que necesiten que veamos más allá de nuestras cuatro paredes. Por último, las películas pueden generar sentimientos muy fuertes en las personas, lo cual también ayuda con el problema.

La idea tampoco es renunciar a la posibilidad de captar momentos importantes de nuestra vida que buscamos preservar, sino saber dosificarlos y que no nos quite la libertad para entender a las personas.