PERSONAS
¡Cuidado con la masa fresca!
Pocas personas logran resistirse a probar la masa de un queque o de galletas antes de hornearla. Es una de esas cosas que las personas disfrutan en secreto. Sin embargo, no es una práctica muy salubre y existen grandes posibilidades de que cause problemas estomacales y demás. Quizá le haya ocurrido pero no atribuyó su enfermedad a la masa cruda pues no conocía los efectos que podía tener comerla. El riesgo se extiende fuera de casa hasta algunos restaurantes donde se les ofrece a los niños un poco de masa cruda para que jueguen con ella como si fuese plastilina, lo mismo en los nidos o guarderías.
La causa real de estas complicaciones se encuentra en la harina que contienen las masas para galletas, queques, pan, entre otros, según da cuenta un artículo de la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, titulado “Raw dough’s a raw deal and could make you sick”.
Docenas de personas en Estados Unidos habían sido tratadas en centros médicos por infecciones causadas por una bacteria llamada Shiga, la cual produce Escherichia Coli 0121. Por esta razón, la FDA realizó una investigación al respecto y encontró que los infectados habían manipulado o ingerido masa cruda hecha con harina marca General Mills, producida en Kansas City, Missouri. Posteriormente, se comprobó que este producto contenía bacterias iguales a las que enfermaron a estas personas. En respuesta la compañía retiro varios lotes de harina del mercado.
Pero, volviendo lo central en este asunto, sin importar la marca, el consumo de harina cruda puede causar enfermedades infecciosas. Las personas comúnmente creen que el riesgo se encuentra solo en los huevos que se emplean para preparar las masas, y que esto puede causar Salmonela. Sin embargo, gracias al informe de la FDA, hoy se conoce que también existen bacterias transferidas por la harina.
“La harina es un derivado de un grano que proviene directamente de la tierra y que normalmente no es tratado para matar las bacterias que contiene”, informa Leslie Smoot, miembro de la Office of Food Safety de la FDA y especialista en procesos de seguridad para alimentos. Como se sabe, en los campos de cultivo se emplean fertilizantes naturales que se producen a base de excremento animal y demás deshechos. Naturalmente, las bacterias contenidas en estos fertilizantes se transfieren a los granos y, por lo tanto, a la harina.
Estas bacterias son eliminadas a altas temperaturas, así que al hornear, hervir, rostizar o freír la harina, estas bacterias mueren. Pero cuando comemos masa crudas, estos microrganismos siguen vivos y nos causan enfermedades como E. Coli.
Los principales síntomas de alerta son diarrea, generalmente con sangre, y dolores y contracciones abdominales. Muchas personas se recuperan en cuestión de semanas, pero algunos casos pueden tornarse más severos y causar insuficiencia renal (síndrome urémico hemolítico).
La FDA recomienda, principalmente, no consumir masas crudas hechas a base de harina. Además, se debe supervisar que los niños no jueguen con estas masas pues, a pesar de que no las coman, suelen llevarse los dedos a la boca lo cual tiene el mismo efecto infeccioso.
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