Albinos ¿racismo o superstición?

En una reciente nota titulada “La tragedia de los albinos”, dimos cuenta de la forma en que los albinos viven en África, expuestos a ser cazados como si fueran animales para obtener sus huesos, debido a varias creencias locales alrededor de estos que van desde que por dentro tienen oro, hasta que llevarlos como amuletos pueden ayudar a curar enfermedades.

Todo esto convierte sus vidas en una tragedia que empieza desde que nacen, según da cuenta un nuevo artículo de The Economist titulado “For the colour of their skin” que sirve de inspiración para esta nota.

Y es que los albinos nacen con problemas físicos entre los cuales el más común es el problema de visión. Además, se dice que son más susceptibles al cáncer. A este tipo de problemas se suman los psicológicos y emocionales que se derivan de que en África los llaman zeru (fantasma) o  nguruwe (cerdo) y los niños suelen ser víctimas de bullying.

Cuando llegan a la adultez, tienen problemas para encontrar trabajo, lo que los obliga a terminar en trabajos en el campo, donde el sol los mata y mueren muy jóvenes. Las mujeres albinas tienen un mayor riesgo de ser violadas, ya que mitos urbanos cuentan que tener relaciones con una albina puede curar el VIH.

Esta tragedia que viven los albinos cuenta con la complicidad de la policía que suele tener prejuicios contra ellos.

En Malawi, al menos 18 personas han sido asesinadas desde finales del 2014, y, solo en abril de este año, cuatro personas murieron, incluyendo un bebé de 23 meses, sin que la policía haga nada por evitarlo porque las leyes vigentes tampoco ayudan. Una persona que fue encontrada con huesos humanos presuntamente de albinos solo tuvo que pagar USD 30 de multa y existen muchas dificultades para enjuiciar a las personas que los asesinan, por lo que según The Economist, las personas son juzgadas por profanar tumbas antes que por cometer homicidios.

La última estrategia que ha adoptado la policía es entregarles celulares para que se comuniquen cuando necesiten ayuda, lo cual no parece ser la solución más efectiva.

Este tipo de prácticas pueden resultar lejanas y distantes en nuestros países, pero existen y la comunidad internacional debe rechazarlas para que esos países donde ocurren modifiquen sus leyes y realicen campañas que hagan que esos pueblos dejen de creer en cosas tan absurdas como que el sexo con albinos puede ayudar a curar el sida.