IDEAS
Nueva forma para explorar el mar
Una de las cualidades que le ha permitido al hombre llegar tan lejos es la curiosidad. Gracias a ella los primeros hombres descubrieron la domesticación de plantas y animales, así como nuevas tierras. Cristóbal Colón llegó a América pues tuvo curiosidad por lo que había más allá del horizonte que alcanzan a ver sus ojos en el mar. Y ahora, estamos aquí, grandes civilizaciones movidas por la curiosidad de conocer cada vez más.
Dos ciudadanos científicos, como se han apodado, Eric Stackpole y David Lang, han creado OpenROV, un centro ubicado en Berkeley, California, donde producen drones submarinos que permitirían conocer espacios bajo el mar nunca antes vistos por el ojo humano, tal como lo reporta The New York Times en su artículo “A drone start-up explores underwater”.
La pareja de amigos empezó la construcción de un prototipo de la siguiente versión de su submarino Trident con el cual exploraron las ruinas del Tahoe, un buque a vapor que ahora se encuentra a menos de una milla de la orilla, a más de 150 metros de profundidad en la Laguna Tahoe, que divide California y Nevada (Estado Unidos). Este navío construido en San Francisco en 1896 fue conocido alguna vez como “La reina del lago” y transportó personas y correo postal. En 1940 fue intencionalmente hundido.
OpenROV ha vendido más de 3000 ejemplares de este submarino que es capaz de navegar bajo la superficie, conectado a un delgado cable y controlado por un software instalado en una Tablet o Smartphone. El nuevo modelo, Trident, saldrá a la venta pronto por un precio de USD 1499 y alcanzará velocidades de casi 4 nudos (7.4 km/h) con una cámara de alta resolución y un sistema de iluminación tan fuerte como el de un auto. Contará con una boya inalámbrica que permitirá al usuario controlarlo.
Con este nuevo invento, los creadores pretenden democratizar el acceso a la información y el ejercicio de la ciencia y la aventura, lo cual ha llamado la atención de muchos conocedores que se sumaron a la experiencia de la expedición que además fue transmitida en vivo a través de plataformas como Facebook y Twitch. El objetivo es “tener más ojos en el océano”, señaló Lang. “Literalmente estamos construyendo el observatorio marino más grande del mundo”.
Una década atrás, otro grupo de investigadores navegó las profundidades de Tahoe en busca de los escombros de la embarcación. Para esto emplearon un gran reflector que iluminaba el fondo del mar, gracias a lo cual lograron reconstruir la manera en que el barco se había hundido. Sin embargo, con la tecnología del Trident, esta expedición fue mucho más sencilla.
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