TENDENCIAS
El color en los alimentos
En los primeros estadios de la humanidad, el hombre desarrolló habilidades de selección y reconocimiento observando los colores de los alimentos que le permitieron diferenciar los frutos sanos y aptos para el consumo de aquellos venenosos. Estos criterios han pasado de generación en generación y, hasta el día de hoy, preferimos los alimentos de colores más vivos y naturales.Sin embargo, cada vez más productos son fabricados con colorantes artificiales que, si bien es cierto los hacen más apetecibles y llamativos a la vista, tienen repercusiones para la salud, según un artículo de Slate, titulado “Food doesn’t have to wear makeup”.
En los Estados Unidos, McDonald’s emplea tintes para darle color a sus papas fritas, al igual que para sus helados de fresa. Así mismo, muchas otras cadenas de comida rápida usan colorantes para darle más vida a la comida porque estos colorantes hacen que los alimentos luzcan mejor.
Pero ¿cuáles serían las consecuencias de comer un labial o una máscara de pestañas?
Hasta mediados del siglo XIX, los productos norteamericanos eran fabricados y coloreados con tintes naturales extraídos de plantas, animales y minerales. Actualmente, el panorama es otro y las empresas prefieren usar químicos para darle color a sus comidas. Desde algunas décadas atrás se han realizado diversas investigaciones que han demostrado que el consumo de alimentos que contienen colorantes artificiales tienen grandes consecuencias para la salud. Algunos estudios realizados en animales encontraron vínculos entre el alto consumo de estos compuestos químicos y daños en órganos, cáncer y defectos de nacimiento. Otras investigaciones con humanos hallaron que podrían incluso tener relación con problemas en la conducta en el caso de niños, causando intensificación en la hiperactividad y el déficit de atención.
En el Reino Unido, dos importantes estudios que analizaron a niños sanos encontraron que estos también se ven afectados por el consumo de colorantes artificiales. En 2010, el European Parliament aprobó una ley que demandaba advertir a las marcas de productos que emplearan alguno de los colorantes antes mencionados y prohibía su uso para niños y jóvenes. Esto logró erradicar la mayor parte de los productos que los contenían.
Ciertamente, tampoco se puede afirmar categóricamente que todos los tintes artificiales son malos, sino que los estudios plantean que entre elegir alimentos con colores naturales y otros con tintes artificiales, sería mejor elegir lo natural.
Ojalá en algún momento en nuestro país, empecemos a ponerle atención a este tipo de temas, con el fin de que se controle más sobre todo aquellos alimentos que se ofertan a menores de edad en las escuelas.
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