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El imperio de los lápices

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Caroline Waver de 25 años ha desarrollado un concepto de negocio basado en lápices.
19 de julio de 2016
Red star
Por qué es importante
Los clientes de Caroline son coleccionistas que conocen y disfrutan de un lápiz de calidad.

Una de las cosas más gratificantes que se puede conseguir en la vida es vivir de lo que a las personas les apasiona. No hay mucha gente que se puede dar ese lujo y Caroline Waver con sus 25 años es una de esas personas que apostó por seguir sus sueños y todo indica que ha superado sus propias expectativas.

Un reciente artículo de Bloomberg, titulado “This Young 25 year-old is turning a profit selling pencils”, cuenta un poco más sobre ella y su visión.

Todo empezó por su desbordante pasión por los lápices de grafito que la llevó a recorrer el mundo coleccionándolos y a invertir USD 80 000, todo el dinero que logró ahorrar, en la creación de su negocio.

Hace dos años arrendó un pequeño local de apenas 18 metros cuadrados a un precio de USD 1 900 al mes y un año después abrió sus puertas en una zona no comercial, donde el desafío es encontrar esta joya de tienda en medio de sus calles. Como resultado del gran éxito de su empresa, el área se ha convertido en el espacio preferido para otros negocios poco comunes, algo que quizá Waver no se esperaba.

C.W Pencil Enterprise es una pequeña tienda ubicada en la zona este de Nueva York (Estados Unidos) que oferta más de 200 tipos distintos de lápices, incluyendo los más icónicos para el colectivo americano, como el Blackwing, favorito de Walt Disney, entre otros productos complementarios como borradores, tajadores y portaminas. Sin embargo, la estrella siempre será el lápiz. Para Waver “los portaminas no huelen a nada. El trazo es tan fino que no se puede conseguir mucha variedad al dibujar o escribir. A pesar de que usar lápices de madera implique algo extra de esfuerzo, la mayoría de las personas saben apreciarlo. Existe una conexión física entre las veces que necesitas tajar tu lápiz y cuánto trabajo has realizado”.

Sus clientes son coleccionistas que, al igual que esta joven empresaria, conocen y disfrutan de un lápiz de calidad. A través de la web, las personas pueden encontrar diversas ofertas de lápices para coleccionar. No obstante, Waver considera que la experiencia directa de la tienda física no se compara con la compra en línea. C.W Pencil Enterprise es la única tienda de lápices en el área y su dueña emplea esto como una ventaja sobre su competencia. Waver conoce cada clase de lápiz disponible en sus estantes y también aquellos que no ha podido conseguir o que no se producen más.

En ocasiones la clientela excede las capacidades de la joven y su staff de cuatro trabajadores. Algunas personas han ofrecido invertir en el negocio, pero Waver no ha aceptado sus propuestas pues desea mantener la empresa en dimensiones que ella pueda manejar. Sin embargo, ha encontrado una manera de expandir su empresa con la creación de un club virtual al que cualquier persona puede suscribirse por USD 80 al año y recibir un lápiz especial cada mes, el cual es elegido por la misma Caroline. A la fecha cuentan con 700 suscriptores.

Cuando se le pregunta qué creía que iba a ocurrir cuando creó el negocio, siempre responde que lo único que quería era vender lápices a las personas.