IDEAS
Claves para capacitar mejor a maestros
La educación es uno de los principales pilares para el desarrollo integral de una sociedad. Que las personas tengan acceso a una educación de calidad asegurará que se forjen individuos capaces de traer progreso y sostenibilidad a la sociedad. Para que esto sea posible es necesario que aquellos encargados de la instrucción y transmisión de conocimientos estén calificados. Sin embargo, incluso en países altamente desarrollados como Estados Unidos, existe una fuerte carencia en la especialización de la enseñanza, es decir, que los maestros no reciben capacitaciones especializadas en sus áreas, sino de manera general, entre otras cosas. De acuerdo a un reciente artículo de Pacific Standard, titulado “To improve teaching, look to profesional tennis”, el cual hace referencia a algunas de las falencias más resaltantes en el sistema americano, propone soluciones tomando el tenis profesional como un ejemplo de transmisión de conocimientos efectivo.
Generalmente, los maestros estadounidenses reciben capacitaciones integrales que abarcan todas las áreas y materias educativas y no hacen distinciones entre un profesor y otro, esto implica que no se reconoce las capacidades y conocimientos previos de los maestros ni su área de especialidad. Así profesores altamente calificados deben obligatoriamente asistir a capacitaciones en temas que ya conocen y se encuentran por debajo de sus conocimientos, lo cual, lejos de promover la excelencia docente, obstaculiza el progreso de la enseñanza. Algo así como si se pusiera a un entrenador cualquiera a enseñarle a Novak Djokovic a hacer servicios.
Por otro lado, las personas encargadas de las capacitaciones son consultores externos que en el mejor de los casos pueden ser ex-educadores. Estos capacitadores, sin embargo, no pueden presentar ninguna credencial que los señale como aptos para liderar estos talleres por haber desarrollado un método innovador de enseñanza ni mucho menos, lo cual impide potenciar el impacto que estas capacitaciones podrían tener en los maestros y, consecuentemente, en sus alumnos.
Pero ¿por qué existen estos problemas en el sistema educativo americano? Un reporte publicado por New America que es citado en el artículo, ensaya algunas explicaciones.
En primer lugar, no se tiene una clara visión de excelencia educativa ni un lenguaje concreto para referirse a aquello que hace falta, lo cual dificulta la implementación de métodos pertinentes para reparar los errores y diseñar guías para que los maestros alcancen óptimos niveles de enseñanza y puedan transferir sus conocimientos a sus pupilos.
En segundo lugar, los maestros deben ser autorizados por el Estado para desempeñar su profesión, pero en vez de exigir excelencia en los docentes acreditados, solo se evalúan su tiempo de enseñanza y no la calidad de esta y el impacto que haya tenido en el desarrollo de sus estudiantes.
En tercer lugar, no se exige que los capacitadores convocados para los talleres tengan la experiencia y el conocimiento necesario, ni se diseñan capacitaciones diferenciadas para cada área de especialidad. Este problema debe ser atendido por las autoridades pertinentes, no solo en Estados Unidos, sino también en el Perú, donde los maestros, principalmente en escuelas estatales, son quienes reciben capacitaciones generales de talla única.
Finalmente, los principales afectados con esto son los alumnos, a quienes no se les brinda las herramientas necesarias para explotar sus habilidades y capacidades.
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