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Singapur: hacia una educación “sin tareas”
Singapur está cambiando su riguroso sistema de calificaciones para reducir la presión escolar sobre los niños, según da cuenta el Financial Times en su artículo titulado Singapore’s strict schools start to relax, sobre el cual se inspira esta nota.
Esto demuestra que la preocupación por mejorar los modelos educativos no solo es un privilegio de quienes figuran en los últimos lugares a nivel de los sistemas del mundo, sino también de los países que lideran los ranking a nivel de logros en la educación
Como se sabe, el sistema escolar de Singapur siempre logra los mejores resultados en las pruebas educativas internacionales. Sin embargo, el examen que cientos de niños están obligados a pasar a los 12 años y que determina el tipo de escuela secundaria a la que asistirá, y posiblemente su éxito en la vida, está abriendo el debate sobre la enorme presión que se ejerce sobre los estudiantes.
Estos pueden perder la oportunidad de entrar a la secundaria de su elección solo por decimales, a pesar del esfuerzo que han realizado a lo largo de toda su educación primaria, lo cual genera un estrés innecesario en padres e hijos.
Singapur sigue un sistema educativo similar al antiguo sistema meritocrático inglés. Se estratifican a los niños en secundarias de mayor a menor nivel (Express, Normal Academic, Normal Technical) de acuerdo a los puntajes obtenidos en el examen PSLE (Primary School Leaving Examination).
A pesar de que los estudiantes de escuelas asiáticas (Singapur, Taiwan, Korea y Japón) tienen los mejores resultados en matemáticas, lectura y ciencias, y que el PSLE evalúa estas materias y el inglés, el gobierno ha decidido hacer modificaciones al examen para reducir la presión y el estrés escolar. Para el 2021, los estudiantes serán evaluados en base a criterios predeterminados en vez de hacerlos competir entre ellos, se enfatizarán las clases de educación física y se dejará menos tarea para la casa.
Para Nge Chee Meng, ministro de educación, es importante que los niños tengan tiempo y espacio para otras actividades que contribuyan a su desarrollo. El mes pasado, lanzó una campaña mediática que busca tranquilizar y resaltar las virtudes del aprendizaje para el propio beneficio, a pesar de fallar en las pruebas.
Otros países también están cambiando sus enfoques educativos. En Corea del Sur se ha prohibido la práctica común del “aprendizaje avanzado”, por acelerar el currículo educativo, y en Seúl desde el 2017 ya no se dejarán tareas a los estudiantes más jóvenes de primaria. En China, a pesar de que entre las familias acomodadas es común la idea de una infancia lúdica y el gobierno impulsa iniciativas para reducir la presión escolar, es difícil virar el enfoque de un sistema educativo exigente y competitivo de una sola vez. Además, si en la escuela se reduce la presión, en casa los padres la aumentan.
Las reformas de Singapur buscan promover una sociedad más creativa y de pensamiento independiente, cualidades que traen ventajas económicas en el largo plazo.
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