IDEAS
Los niños pueden evitar futuros conflictos como Conga y Tía María
En Perú, a pesar de ser el tercer país más vulnerable al cambio climático y haber sido sede reciente de la COP-20, la importancia del tema del cambio climático todavía está lejos de ser interiorizada por la población en general. Y la responsabilidad es absolutamente compartida. Nadie se salva.
Una manera de asegurar que esto cambie en el futuro, de manera que se eviten los conflictos sociales como Conga o Tía María y que a la vez se mitiguen los efectos del cambio climático de manera exitosa, es incluyendo de forma obligatoria en todos los niveles de educación temas vinculados al cambio climático y la sostenibilidad.
En una escuela de Berlín, los profesores han introducido en la currícula los temas ambientales prácticamente en todos los cursos. Por ejemplo, aproximadamente la cuarta parte del libro con el que los estudiantes de cuarto de secundaria aprenden inglés, está dedicada a ejemplos de las amenazas que el cambio climático significan para el planeta. Es tan simple como que al momento de aprender a utilizar el modo condicional en inglés, los estudiantes aprenden con ejemplos del tipo: “Si no hacemos algo sobre el calentamiento global, entonces más hielo polar se derretirá”. En quinto de secundaria, ya escriben poesías sobre el cambio climático.
Lo interesante del caso de este colegio de Berlín es que no es la excepción sino la regla. Y no solo eso: en los próximos meses, los ministerios de educación en todo Alemania publicarán lineamientos para la enseñanza de temas de sostenibilidad en los cursos de inglés, francés, español, artes visuales, música, historia, matemáticas, biología, química y física.
Con frecuencia, la reacción a los ejemplos de buenas prácticas en países nórdicos o de Europa occidental es que son poco replicables porque su realidad es muy distinta de la de países como Perú. Lo interesante respecto de esta nueva tendencia de invertir más en educar a los niños en aspectos de sostenibilidad y cambio climático es que un modelo similar al alemán ya se está aplicando en República Dominicana, Sudáfrica, Vietnam, Kenia, entre otros.
Y no solo esto, países como Francia pretenden incluso ir más allá, especialmente porque en diciembre serán sede de la COP-21: las autoridades educativas están explorando la posibilidad de exigir que todos los colegios en Francia desarrollen simulaciones de negociación con fijación de metas en materia de reducción de emisiones de gas con efecto invernadero, al puro estilo de las que se producen en las Naciones Unidas.
El impacto de incluir los temas de cambio climático y sostenibilidad en la currícula educativa puede ser considerable: En Alemania, donde hace ya varios años que los niños estudian en el colegio sobre sostenibilidad y cambio climático, solo un 10% de personas considera que el cambio climático no es un problema lo suficientemente serio como para preocuparse; en contraste, en Estados Unidos, donde los congresistas todavía siguen debatiendo sobre si es pertinente o no enseñarle a los niños que el fenómenos del cambio climático es real, esta cifra se eleva hasta el 33%.
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