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África: la tierra prometida de la industria tabacalera
Los cigarros fueron durante años símbolo de poder, libertad e independencia en Occidente. Sin embargo, como consecuencia de los avances de la ciencia y la cantidad de estudios científicos sobre el daño a la salud de su consumo, la publicidad de cigarrillos ha disminuido enormemente. Las cajas donde ayer mostraban su marca orgullosamente, hoy han sido reemplazadas por imágenes de fetos abortados, ancianos muriendo y pies con los dedos en estado necrótico, advirtiendo sobre los peligros de la adicción al tabaco.
Por esto, el número de consumidores de tabaco ha disminuido, mostrando incrementos en el consumo en solo 27 países en los últimos 15 años. Lo curioso es que de estos 27 países, 17 son africanos. Es decir, más del 50% de los países donde se consume más tabaco están en el continente africano, según señala The Economist en su artículo “Plain Packaging”.
Según el artículo, el consumo de tabaco ha estado disminuyendo desde el 2000, por lo que la industria se ha visto obligada a conseguir nuevos mercados donde expandir sus fronteras. África, al parecer, se ha vuelto la tierra prometida para la industria tabacalera.
Esto se debe a diferentes factores. En primer lugar, el consumo de tabaco en el continente era bajo debido a la extrema pobreza. Sin embargo, entre 1999 y el 2010, el índice de pobreza extrema en las regiones sub-Saharianas disminuyó de 58% a 48%. En segundo lugar, en el mismo periodo, la población del continente aumentó de 767 millones hasta sobrepasar los mil millones de habitantes. El artículo afirma que según las Naciones Unidas (ONU), África será responsable de más de la mitad del crecimiento poblacional mundial. En tercer lugar, si bien algunos de los países como Uganda o Ghana han prohibido fumar en espacios públicos, otros como Nigeria tienen impuestos de 20% a los cigarros, cuando lo recomendado por la ONU es de 75%.
De esta forma, África se vuelve un lugar interesante para hacer crecer la industria tabacalera. El artículo afirma, además, que establecer políticas como la de Uganda o la de Ghana es sumamente complicado, por lo que no debería significar un obstáculo mantener el ritmo de crecimiento del consumo de tabaco.
El gran problema de mirar a África es que hoy el 9% de los niños africanos fuman, y esto se podría convertir más adelante en un problema de salud pública, dada la cantidad de impactos que el tabaquismo genera y los costos asociados a su atención.
Los gobiernos de esos países tienen en sus manos la decisión sobre las políticas que deben implementar para afrontar el desarrollo de la industria tabacalera en el continente africano.
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