IDEAS
Para los niños los libros con imágenes son mejores que los videos
Este mes, en el journal Pediatrics, se publicó un estudio en el que demuestra que los esfuerzos de los padres por estimular a sus hijos leyendo historias o viendo libros con imágenes no son en vano.
El estudio se basó en analizar las resonancias magnéticas de niños entre 3 y 5 años tomadas mientras a estos se les leía una historia apropiada a su edad. Los investigadores encontraron que aquellos niños a los que sus padres les leían en casa o a los que les mostraban libros con imágenes era mayor que la de los niños que no recibían este estímulo en casa. Concretamente, esta mayor actividad se producía en el hemisferio izquierdo del cerebro, un área en la que se integran los estímulos visuales y sonoros.
Este resultado fue particularmente interesante para los investigadores pues, en los niños que recibían el estímulo en casa, se activaba el área del cerebro que procesaba imágenes incluso cuando solo estaban escuchando la historia. Para los expertos, esto prueba que los niños estaban imaginando en su mente las historias. Y esto se atribuye al esfuerzo que los padres realizaban para ver con ellos libros con imágenes o para leerles historias en casa. En ambos casos, lo que se desarrolla en los niños con este hábito es su capacidad para imaginarse historias en su cabeza. Esto es fundamental para desarrollar en el futuro el hábito de la lectura de libros sin imágenes.
Los expertos exhortan a los padres a dedicar más tiempo a estas actividades y a evitar exponer tan temprano a sus hijos a videos de historias pues estos lo que hacen es precisamente lo contrario que un libro con imágenes. Cuando un niño ve un video es poco lo que tiene que imaginarse y, por ende, es poca la actividad que se genera en su cerebro.
Así que ya lo sabes: cuando te sientas con tus hijos o tus sobrinos a ver un libro con imágenes o cuando les cuentas historias, no solo estás pasando el tiempo o distrayéndolos sino que estás ayudándolos a formar su capacidad para imaginarse historias y a acumular palabras en su vocabulario. Ambas habilidades serán cruciales para la capacidad que tendrán en el futuro para absorber conocimiento. Lo curioso es que en ambos casos, el método tradicional supera a cualquier avance tecnológico. En efecto, para desarrollar la imaginación y el vocabulario, las pantallas y los dispositivos electrónicos no hacen falta.
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