IDEAS
Olimpiadas: cuerpos de ganadores
En el caso hipotético que un ser humano peleara con un león, probablemente moriría. Esto se debe a que si bien el ser humano tiene un cerebro más avanzado que el resto de los seres vivos, las características físicas de su cuerpo no le permiten afrontar ese tipo de desafíos.
A poco tiempo del inicio de las Olimpiadas de Rio, en Brasil, el New York Times analizó en un artículo titulado “Perfect, Freaky Olympic Bodies”, cómo debería ser el cuerpo del ser humano si hubiera evolucionado para triunfar en uno de cuatro deportes: natación, ciclismo, levantamiento de pesas, y salto alto.
En primer lugar, para ser nadadores el artículo dice que ciertas partes deberían ser diferentes. Los hombros deberían ser capaces de dar una vuelta completa sin el acromion, el cual puede dañar nuestro brazo si hacemos este movimiento constantemente. Por otro lado, las manos deberían ser mucho más grandes y deberían tener una fina membrana entre los dedos para mejorar la velocidad.
Además, se debería contar con la capacidad de la termorregulación, es decir, ser capaces de controlar la temperatura corporal sobretodo en el frío. El artículo añade que además debería estar libre de vello corporal, ya que este disminuye la velocidad de los movimientos bajo el agua. También sería ideal que tengan una piel más gruesa, y brazos y piernas más grandes.
En segundo lugar, para los ciclistas, lo mejor son las cabezas pequeñas y en forma de casco, de esta forma ayudaría a la velocidad y a la aerodinámica. Por otro lado, el corazón debería doblar su tamaño para que, de esta forma, haya más espacio para el oxígeno.
En tercer lugar, para ser los mejores levantadores de pesas, los brazos y piernas deberían ser diferentes. El tendón del bíceps debe ser más grande, de esta forma mejoraría las rotaciones del brazo. Los antebrazos y pantorrillas deberían ser más pequeños. De esta forma, los levantadores de pesas lograrían tomar más peso por una menor distancia, permitiendo que se cargue más.
Finalmente, para el salto alto, lo ideal sería tener huesos huecos como las aves. Esto se debe a que la acción de saltar es similar a volar, mientras más livianos los huesos, más fácilmente se pueden elevar las personas. Además, el trasero debe ser plano, de esta forma se evita que toque la valla elevada al momento del salto.
Así que ahora que todos nos disponemos a ver las Olimpiadas, hay que observar los cuerpos de los atletas para darnos cuenta qué tan parecidos son a estos ideales de cuerpos de ganadores.
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