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La orina en las piscinas
Desde que las piscinas fueron inventadas, parece que siempre han sido vistas como un lugar para poder orinar de forma tranquila. Esto podría ser debido a que recuerda a los humanos al océano, un cuerpo enorme de agua donde “seguramente un poco de orina no hará la diferencia”, o, quizás se deba a que parece un inodoro gigante. El caso es que orinar en piscinas es una práctica que tiene años de antigüedad.
Sin embargo, que sea una vieja costumbre no significa que sea una de las buenas. Por el contrario, orinar en una piscina es algo que no está permitido en ningún lugar. Pero, esto no ha detenido a los humanos de hacerlo, y se puede observar cómo impacta este comportamiento en muchas piscinas públicas, en las que el agua no produce una sensación de frescura, sino de repulsión. Pero, el problema generado por la orina va más allá de cómo reaccionan los humanos frente a ella, afirma el artículo de The Telegraph, titulado “Swimmers could be surrounded by 50 gallons of urine, study finds”, sobre el que se fundamenta esta nota.
Y es que identificar la cantidad de orina en un cuerpo de agua siempre ha sido complicado. Esto se debe que, al ingresar a la piscina, en este caso, la orina se combina con el resto del agua, dejando poco rastro detrás. Pero, un grupo de científicos ha encontrado que el acesulfamo de potasio (ACE), un endulzante artificial, siempre está presente en la orina. De esta forma, monitorear los niveles de esta en la piscina se hace más sencillo.
Los científicos encontraron que, en una piscina de 91,500 galones, habría un promedio de 5.8 galones de orina. Por otro lado, en una piscina de 183,000 galones, habría unos 17 galones de orina. Esta última es un tercio del tamaño total de una piscina olímpica, en la que se puede encontrar unos 50 galones de orina.
El origen de la orina sí se conoce. Los nadadores olímpicos admiten haberlo hecho, y el 19% de los adultos afirman haber orinado al menos una vez en la piscina. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, este es un comportamiento no permitido. Algunos podrían argumentar que la orina no hace nada, ya que esta es, técnicamente, estéril. Esta información es correcta, el problema es que las piscinas suelen estar llenas de químicos, utilizados para balancear los distintos niveles de la misma. Cuando la orina se junta con estos compuestos, como el cloro, se puede volver volátil. Esto, a la vez, puede ocasionar problemas a los ojos e irritaciones respiratorias, las cuales pueden llevar a problemas más serios como el asma.
En otras palabras, es vital detener este comportamiento, porque lo que a unos les puede parecer como un acto inofensivo, podría estar causando problemas graves en la vida de otras personas.
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