La lucha contra el VIH

En la historia de los esfuerzos que se vienen realizando para encontrar la cura del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) o también conocido como el VIH, hasta ahora el mundo no se había tenido que enfrentar a un conflicto con el propio sistema de salud de un país, por su negativa a producir un medicamento preventivo que disminuya las posibilidades de contraer la enfermedad.

En el Reino Unido, unas 4,000 personas se contagian de VIH anualmente, en la mayoría de los casos porque se exponen a relaciones sexuales inseguras. Estas mismas personas acuden a su sistema de salud desesperados por buscar los conocidos retrovirales que detengan el avance de la enfermedad.

Precisamente, un reciente artículo de The Independent, titulado “High Court rules NHS England can legally fund new HIV prevention drug PrEP after charity wins case”, da cuenta de la batalla que ha ganado la National Aids Trust contra el Servicio de Salud Nacional (NHS en inglés) para obligar a este último a desarrollar el medicamento conocido como Profilaxis de Pre-Exposición (PrEP, por sus siglas en inglés), el cual disminuye la posibilidad de contraer la mortal enfermedad en un 90%, cuando es tomado regularmente.

Y es que resulta que  el NHS se negaba a asumir la responsabilidad de desarrollar formas de contrarrestar el VIH y sus otras enfermedades derivadas porque no era su función. Pero, gracias a la batalla legal de NAT, ahora, tendrá que producir dicho medicamento, con lo cual eso permitirá reducir las estadísticas de personas contagiadas por dicho virus en ese país.

Ciertamente, el medicamento no cura la enfermedad, lo que hace es prevenir el contagio de las personas que están en mayor riesgo (drogadictos, homosexuales, prostitutas, otros), lo cual impacta directamente en el propio sistema de salud que tiene que asumir costos altísimos del tratamiento de la misma por los retrovirales.

El argumento de NHS era que ellos no son responsables de prevención sino de curación, por lo cual no podían usar los fondos que tenían para tratar a las personas enfermas, en producir medicamentos preventivos. Sin embargo, la Corte de Londres ha establecido que NHS se equivoca en la definición de su rol y responsabilidad, así como en su negativa a asignar los recursos para dicho propósito.

La NHS ha anunciado que apelará porque la decisión contradice la función para la cual el Parlamento decidió crearlo.