PERSONAS
Las mascotas después de los 50
Existen numerosos estudios sobre el rol que pueden jugar las mascotas para las familias en general, y, para los niños especiales, los niños autistas, o los ciegos, en particular. Incluso se ha llegado a decir que ciertas razas de perros mejoran la calidad de sueño de las personas de la tercera edad. Sin embargo, cada cierto tiempo se descubre un ángulo distinto sobre la bondad de tener al lado una mascota.
No siempre tienen que ser perros, pueden ser gatos, pájaros, y también peces.
Un reciente artículo de Health After 50, titulado “Why Your Pet Is Good for Your Health” plantea que las mascotas se pueden convertir en importantes compañeros de vida para las personas de la tercera edad, cuando los hijos se van de casa o las parejas ya no están.
Esto no tendría que ver solo con el hecho servir de compañía cuando se está solo, sino que tener una mascota obliga a estas personas a mantener rutinas de actividad física para pasearlos, si se trata de un perro, asearlos, comprar sus alimentos, darles de comer y hasta llevarlos a las Veterinarias por sus baños, cortes, vacunas, entre otros.
Todo eso obliga a las personas de la tercera edad a estar activos y gracias a ello, tener menor presión sanguínea. Sin embargo, hay cuatro consideraciones a tener en cuenta, antes de tomar la decisión de dar la bienvenida a una nueva mascota:
Primero, medir fuerzas. Esto significa, preguntarse si se está en capacidad de cuidar una mascota. Si se trata de un perro, estos requieren dar largos paseos y eso exige estar los suficientemente activos como para seguir ese ritmo. Si la respuesta es negativa respecto a un perro, no hay que descartar la posibilidad de optar por un gato o un pez.
En segundo lugar, analizar el estado de salud. Existen circunstancias en las que las condiciones de salud de las personas de la tercera edad, son muy vulnerables y no se les debe exponer al contagio de ninguna otra enfermedad o al contacto con cualquier tipo de parásito que puede traer consigo una mascota sin querer. Si fuese ese el caso, hay que consultar con el médico de cabecera la conveniencia de traer un animalito a casa.
En tercer lugar, revisar el monedero. Como se sabe criar una mascota no es barato. Por ello, las personas se deben hacerse la pregunta más sincera de todas: ¿tengo el dinero suficiente para conseguir una mascota?. Si la respuesta es negativa, no necesariamente hay que renunciar a la idea, pero hay que buscar la mascota adecuada a las circunstancias económicas de la persona.
Finalmente, pensar en alguien que se pueda hacer cargo de la mascota si es que la persona de la tercera edad se enferma o muere. Si realmente se adquiere apego por un animalito, es importante encontrar a un familiar o a una persona de confianza que pueda hacerse cargo de la mascota si es que la salud de la persona de la tercera edad empeora, y se encuentran imposibilitados de cuidar de la mascota.
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