TENDENCIAS
El "punto final" en los mensajes instantáneos
Si bien para muchas personas no hay ningún tipo de comunicación que reemplace las cartas escritas de antaño, en las cuales era fácil distinguir por el “tratamiento” el nivel de cercanía de emisor y destinatario, lo cierto es que bajo los modernos sistemas de comunicación como los mensajes instantáneos, también hay ciertas reglas que dan algunas pistas.
Ya lo planteábamos en el artículo titulado Etiqueta para Emojis en el trabajo, donde se citaban a algunos expertos que sugerían no usar emojis cuando el contenido de los mensajes es negativo, o, elegir muy bien aquellos que se van a utilizar, en función del nivel de familiaridad y confianza con el receptor.
Lo que no se sabía hasta ahora es que el uso de los signos de puntuación también puede ser malinterpretado por el contexto en que se usen. Así por ejemplo, cerrar un mensaje instantáneo en el cual se da una respuesta negativa o elusiva con un punto final, puede interpretarse como que el emisor no deja abierta la posibilidad a continuar con el diálogo.
Sin embargo, no todos los puntos finales significan eso, afirma el artículo de NY Mag “Linguistics Explains Why Ending a Text With a Period Makes You Seem Like a Monster”.
En este, se cita a Lauren Collister, una investigadora de comunicaciones, quien interpreta que la molestia que generan ciertos signos de puntuación en los modernos sistemas de mensajería, obedece al choque entre dos formas de comunicarse que genera una corto circuito.
Pero, ¿qué significa esto?
Collister lo explica a partir de las diferentes formas de interacciones que tienen las personas a lo largo del día, entre las cuales hay jefes, clientes, colegas, amigos y familiares incluidos, por lo que los malentendidos normalmente surgen cuando se mezclan códigos de conversación de distintos interlocutores.
Estos cambios en los códigos de conversación no son exclusivos de la comunicación verbal, sino que cuando se escribe un mensaje instantáneo a cualquiera de estas personas, la forma de redactar también cambia. Collister afirma que la buena puntuación y redacción normalmente es exclusiva de la comunicación profesional jefe-empleado, cliente-proveedor, profesor-empleado, entre otros.
Por ello, cuando alguien que no es de nuestro mundo laboral escribe de forma “demasiado” correcta para el tipo de relación que nos involucra, eso puede generar cierto desconcierto en los códigos de comunicación a ese nivel. Esto se debe a que esa forma de redacción o escritura no pertenece a la forma de comunicarse para el nivel de familiaridad que se tiene con ciertas personas, y menos, para el canal elegido (mensajería instantánea).
Así que la próxima vez que decidamos cerrar un mensaje instantáneo con un “punto final”, sabremos qué tipo de connotación se puede dar a esa decisión.
Publicar un comentario