IDEAS
Salud: percepción sobre la dieta
Una de las consecuencias más evidentes de una mala alimentación es la obesidad. Estados Unidos se ha convertido en un referente mundial para retratar los efectos de la vida sedentaria y el consumo de golosinas, gaseosas y comida chatarra en general debido a sus altos índices en obesidad tanto infantil como adulta. El estudio más reciente estima que al menos el 36% de la población adulta es obesa y 21% de los adolescentes también. Por otro lado, las estadísticas señalan que más del 80% de los americanos no consumen las porciones recomendadas de frutas y vegetales, prefiriendo granos refinados y azúcar en su lugar.
Sin embargo, lo curioso es que según una encuesta realizada por la National Public Radio (NPR), los estadounidenses opinan que llevan una alimentación sana, tal como lo señala un reciente artículo de este medio, titulado “75 Percent of Americans Say They Eat Healthy — Despite Evidence To The Contrary”.
El sondeo se basa en una muestra representativa de 3000 ciudadanos americanos adultos, a quienes se les pidió que respondan a la pregunta “¿Cuán saludable considera que son sus hábitos alimenticios?”. Los resultados señalan que el 75% de los encuestados calificaron su dieta como buena, muy buena o excelente, lo cual supone una gran incongruencia al comparar la evidencia de índices de obesidad y demás estadísticas acerca de los hábitos alimenticios y estilos de vida estadounidenses.
Marion Nestle, experta en nutrición de New York University, señala que una de las posibles explicaciones para los índices de obesidad de los americanos se podría encontrar en las porciones que consumen, porque comer en exceso también es un problema, incluso si se trata de alimentos sanos. Más aún, si estos no sirven para reemplazar la comida chatarra.
David Just, economista conductual que estudia la psicología de la alimentación en Cornell University, señala que “uno de los problemas es que las personas prestan mayor atención en integrar buenas cosas a su dieta en lugar de limitar el consumo total” pues es más sencillo adicionar que dejar de consumir.
Barry Popkin, profesor en nutrición en University of North Carolina, indica que la población estadounidense consume dos porciones más grandes de aperitivos al día en comparación a hace 25 años, por efecto de la publicidad masiva de productos chatarra.
Lo más peligroso es que dicha publicidad muchas veces sirve para posicionar ciertos productos en la mente de los consumidores como saludables, cuando en realidad no lo son. Uno de esos casos, según Popkin, es el de las barras de granola que se presentan como una gran opción saludable como remplazo del desayuno o snack de medio día. Sin embargo, una encuesta realizada por The New York Times indica que solo el 28% de cientos de nutricionistas las consideran saludables, en contraste con el 71% de los consumidores que opinan lo mismo.
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