HISTORIAS
La dieta sin gluten puede generar deficiencias alimenticias
El estudio denominado Dieta sin gluten en Enfermedad Celiaca: efecto en el estado de salud, ingesta dietética y calidad de vida, elaborado por Teba González, en la Universidad del País Vasco y EHU en España, llegó a la conclusión que las personas que siguen regímenes alimenticios sin gluten sufren de deficiencias alimenticias importantes provocadas por el exceso de grasas y la escasez de fibra.
Para realizar el estudio se trabajó con 101 pacientes con diagnóstico de enfermedad celiaca que llevaban al menos 15 años de tratamiento con dietas sin gluten, a quienes se le aplicaron cuestionarios para obtener información sobre su ingesta dietética, el estado de salud, y la calidad de vida. Dichos resultados fueron contrastados con los de un grupo de control de idénticas características y distribución por sexo.
Si bien la conclusión es general para todo el colectivo de celiacos en términos de deficiencias alimenticias por seguir dieta sin gluten, lo cierto es que las mujeres son más vulnerables porque los déficit de zinc, hierro, vitamina D y potasio son mayores que los que se encontraron en los varones, lo que coincide con el hecho que la enfermedad es más frecuente en mujeres.
La investigadora señala que uno de los aspectos que perjudica más la calidad de vida del colectivo es que todo el tiempo tienen que estar revisando las etiquetas de lo que compran, lo cual termina por afecta sus rutinas sociales y su salud emocional al no poder compartir los alimentos como las demás personas.
Los celiacos pueden terminar por obsesionarse de no comer nada contaminado para evitar la reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. Como consecuencia de ello, pueden terminar descuidando que sus dietas sean lo más completas posibles, omitiendo comer legumbres, pasta y arroz y optando por consumir alimentos con más grasas, más azúcar o proteínas.
La parte positiva de esta investigación es que no habrían mayores diferencias en otras variables como talla o peso cuando se compararon a los pacientes con el grupo de control.
La propuesta de la investigadora es que se facilite la vida de estas personas, ofreciendo productos sin gluten pero sin encarecerlos como normalmente ocurre. Esto debe ir acompañado con mayor asesoría de profesionales de la nutrición que los ayuden a tener una alimentación saludable y completa.
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