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Los alemanes tendrán su propia nube
La pérdida de confianza en la capacidad de custodiar la privacidad de la información en Europa ha obligado a las empresas tecnológicas a dar señales de confianza a los consumidores, algunas de las cuales pueden ir en contra de la esencia misma del sistema como ocurre en el caso de los servicios en la nube.
La clave de los servicios en la nube es que los servidores de Internet encargados de atender los servicios en cualquier momento, estén físicamente repartidos alrededor del mundo, lo cual reduce los costos y garantiza el acceso a la información mediante la simple conexión a Internet.
Sin embargo, las acusaciones del ex contratista de la NSA Edward Snowden, quien afirma que los datos almacenados por empresas de Estados Unidos no están a salvo del espionaje de ese gobierno, han obligado a que empresas como Microsoft, Google y Amazon, que tienen modelos de negocio de servicios en la nube, tengan que ofrecer opciones locales para no perder clientes en países como Alemania.
Por eso, no es de extrañar que Microsoft (que tiene el servicio Office 365) haya anunciado que ofrecerá a los clientes alemanes la opción de almacenamiento de sus datos en lel propio país. Para ello, se ha anunciado que a partir del próximo año, la compañía usará los centros de datos en Magdeburgo y Frankfurt que son administrados por T-Systems, filial de Deutsche Telekom.
Este arreglo asegura a sus clientes que los datos sean controlados por una empresa alemana y el acceso a ellos esté regulado por las leyes alemanas que son mucho más estrictas respecto a la privacidad. Incluso Microsoft no podrá acceder a estos sin permiso del cliente o del administrador de los datos y bajo su supervisión.
Desde el lado de los clientes alemanes los candados parecen los adecuados. Sin embargo, para las tecnológicas supone una suerte de renuncia para compartir datos entre Europa y EE.UU. que sin duda pierde el atractivo propio de los servicios en la nube. Además, abre la puerta para que otros países hagan los mismo, pues los alemanes no son los únicos desconfiados.
Lo contradictorio del asunto es que mientras Microsoft hace este anuncio, Apple intenta resistir a los esfuerzos del gobierno británico de obtener acceso a los datos cifrados a través de un proyecto de Nueva Ley de Espionaje que debe aprobar el Parlamento. Como se sabe, la semana pasada, Reino Unido publicó un proyecto de ley que obliga a las empresas de telecomunicaciones a brindar asistencia a la policía y los organismos de seguridad e inteligencia en temas de interés de la seguridad nacional. Por su parte, el gobierno inglés afirma que la norma no va a prohibir la encriptación o hacer nada que socave la seguridad de los datos de las personas.
El tema de la privacidad de las comunicaciones hoy forma parte de la agenda global, por lo que es interesante observar los pasos que están dando las empresas para mostrar que no están dispuestas a perder la confianza de los clientes en las comunicaciones online.
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