HISTORIAS
Unister: muerte inesperada
Cuenta la leyenda de Ícaro que él y su padre crearon unas alas para tratar de volar y escapar de Creta. Luego de haberlas terminado, su padre se las colocó e Ícaro alzo vuelo, pero minutos después de haber despegado, se acercó demasiado al sol y las alas se derritieron, haciendo que Ícaro cayera muerto. Desde entonces, esta leyenda se ha usado para ejemplificar la vida de personas que llegan al estrellato y luego caen de forma estrepitosa.
Esta parece ser la historia de Thomas Wagner+ de 38 años y su empresa Unister, quien fundó la empresa en 2002 con un grupo de compañeros universitarios. El grupo empezó un startup con un portal de información para estudiantes, el cual inmediatamente empezó a tomar forma para convertirse en uno de los portales de viajes más grandes de Alemania, según da cuenta un interesante artículo de Financial Times, titulado, “The rise and tragic fall of German internet star”.
Y es que cientos de miles de personas reservaban paquetes de viajes a través de Unister. Precisamente, eso estimuló el surgimiento de nuevos portales con el mismo objetivo. Por ejemplo ab-in-den-urlaub.de, que vendió EUR 1.9 mil millones en paquetes de vacaciones el año pasado.
El problema con Unister, según Daniel Kirchhof, el co-fundador de la empresa, es que pese a su crecimiento, en distintos aspectos, siguió manejándose como un startup a la medida de Wagner, a pesar que llegó a tener 2000 empleados. Nunca llegó a profesionalizar todas sus decisiones.
A esto se sumó que en los últimos cinco años, empezó a tener problemas legales. En el 2012, la policía entró a las oficinas de Unister y arrestó a algunos empleados por evasión de impuestos.
Esto generó pérdidas y por eso, le sugirieron a Wagner que vendiera la empresa. Sin embargo, pese a los esfuerzos que hizo, nunca lo logró porque ya había muchas empresas como Unister y su know how particular se había acotado en el tiempo sin que el grupo pudiera desarrollar nuevas innovaciones.
Por ello, cuando apareció un inversionista llamado Levy Vass, que le ofreció a Wagner invertir EUR 10 millones, para reflotar la empresa, este se entusiasmó mucho. El acuerdo que se concretó en Venecia, consistía en que Wagner tenía que dar EUR 1.5 en garantía, luego de lo cual recibiría un maletín con una parte de la inversión y el resto sería transferido posteriormente.
Sin embargo, antes de tomar su vuelo de retorno, supo que había sido estafado porque nunca se produjo la transferencia. Así, se subió a un avión junto con otros empleados y debido a problemas de clima, el avión cayó, matando a todos los pasajeros.
Hoy la empresa lucha por encontrar una forma de sobrevivir a la inminente insolvencia, algo difícil, luego de la muerte de su Ícaro.
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