PERSONAS
¿Qué los hace grandes?
Acabadas las Olimpiadas para países como el nuestro que regresan a casa con las maletas vacías de medallas nos queda la inquietud de saber cuál es la receta de los países que se llevan la mayor cantidad de medallas, pero también, qué detrás de deportistas que no se llevan una sino varias medallas.
Las respuestas son varias: desde grandes presupuestos que tienen las principales potencias como EE.UU, pasando por apuestas de largo plazo como Colombia, a entrenamientos forzados desde la infancia como se acusa a China, entre otras explicaciones con la que los expertos tratan de explicar el éxito.
Un reciente artículo de The New Yorker titulado THE BRILLIANCE OF USAIN BOLT, MO FARAH, AND WAYDE VAN NIEKERK”, trata de aportar una explicación a partir de tres casos de deportistas que han brillado con luz propia.
En primer lugar, analiza a Usain Bolt y a quienes lo acompañan en el podio que casi siempre son estadounidenses. Jamaica no tiene ni la mitad de ciudadanos que tiene Estados Unidos, por lo que el país americano se encuentra en una enorme ventaja en bastantes categorías. Sin embargo, Bolt siempre termina ganando. La diferencia entre los estilos de los deportistas es la victoria con o sin humildad. Para The New Yorker Bolt obtiene victorias con humildad. Nosotros añadiríamos y divirtiéndose, sino recordemos su sonrisa cuando llegaba a la meta.
Luego, está el caso del británico Mo Farah, ganador de los 5,000 metros que se auto reconocía insuficientemente bueno para distancias largas pero ganó la carrera. El resto de sus competidores, según los analistas, eran todos superiores en distancias largas. Por tanto, lo que Farah hizo fue dosificar sus energías para resistir en mejores condiciones para la última etapa pero alargando lo más posible su impulso inicial. Así fue que Farah se colocó en la mejor posición que pudo desde el inicio, preparándose para cualquier problema que pudiera surgir.
Finalmente, está el sudafricano, Wayde van Niekerk, ganador de los 400 metros planos. Van Niekerk venció el récord mundial al hacer 43:03 segundos en la prueba. En ningún momento de la carrera miró hacia atrás ni tuvo a alguien adelante, simplemente corrió sin parar, rompiendo el récord en el proceso. Un detalle importante fue la reacción de Bolt al ver la carrera. Según los analistas, por primera vez, este contempló al candidato a superarlo en el futuro con sorpresa y alegría.
Por eso, New Yorker concluye que más allá de los presupuestos, lo que hay es un conjunto de humildad, inteligencia y perseverancia que cada atleta matiza con su propia chispa. Eso es lo que los convierte en los mejores en lo que hacen.
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