IDEAS
Cuidado con los consejos para relajarse
Hay personas en el mundo que saben cómo reaccionar cuando observan a una persona que ha estallado o está a punto de hacerlo. Entre las estrategias que usan está evitar que terceras personas la interrumpan, que reciba llamadas e inmediatamente le alcanzan un vaso con agua.
La primera vez que observé este comportamiento, noté que en ningún momento se atrevió a decirle “que se relaje”, “que se calme”, o algo similar. Más tarde cuando consulte si pedir calma no era más fácil que montar toda una estrategia de aislamiento, me respondió que eso era como echar gasolina a una fogata.
Y es que cuando una persona ha entrado en shock nervioso o ha perdido el control, no está lista para tomar distancia del problema y ver las cosas con más calma, eso solo lo podrá hacer luego de que pase la crisis.
Precisamente, a esta sabiduría que creo que viene con la edad, es a lo que se refiere un interesante artículo de The Wall Street Journal titulado “Why You Should Never Tell Someone to Relax” que explica que no todas las personas reaccionan de la misma forma ante la sugerencia de relajarse, que depende mucho de quién lo diga, aunque lo usual es que la reacción sea negativa.
En un contexto de oficina. La sugerencia de relajarse se percibe como una orden por lo que es fisiológicamente imposible que nuestro cuerpo reaccione bien a esa sugerencia. Esto tiene una aplicación casi científica, según Wendy Mendes, una profesora de emoción en la Universidad de California y una investigadora del estrés. Para Mendes, estresarse es sencillo, pero relajarse no lo es. El cuerpo reacciona rápido ante el estrés, pero llegar a un estado relajado puede demorar entre 20 y 60 minutos. Además, se corre el riesgo de crear brechas en la relación empleado-jefe.
En el contexto del hogar. Cuando es un miembro de la familia quien ofrece la sugerencia, puede llegar a tener éxito. El artículo cita el caso de Nina Batson, una mujer que gusta terminar todas las tareas del hogar en la tarde luego del trabajo. Sin embargo, admite que si su hija de 13 años le dice que se relaje, lo hace incluso sabiendo que esto significa que terminará las tareas más tarde porque siente que es un llamado a que compartan más tiempo juntas antes que con la plancha, el lavado, la limpieza o la cocina del hogar.
Así que la próxima vez que te enfrentes a una situación de estrés, tienes la opción de tomar esa distancia siempre recomendable, o, atreverte a dar el consejo, si es que has logrado sintonizar con la persona que está pasando por ese mal momento.
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