La vulnerabilidad de los bebés humanos

Si bien existen animales a los cuales se les atribuye ciertos niveles de inteligencia, no hay ninguna duda que la especie con mayor capacidad intelectual es la humana. Una buena forma de compararnos con el resto de los seres vivos es observar sus acciones y las nuestras: nosotros los consumimos, preservamos, estudiamos e incluso soñamos con regresar a la vida a muchas especies que se encuentran extintas. Sin embargo, el resto de los animales no son siquiera conscientes de estas diferencias.

Sin embargo, a pesar de esa capacidad intelectual que los seres humanos llegan a tener, sus bebes recién nacidos no pueden valerse por sí mismos, a diferencia de lo que ocurre con las crías de otras especies que apenas nacen pueden levantarse, andar y valerse por sí mismas.

Los bebés humanos morirían en cuestión de horas, si son abandonados cuando nacen porque serían incapaces de defenderse o sobrevivir por sí mismos, según enfatiza un artículo de The New Yorker, titulado “WHY ARE BABIES SO DUMB IF HUMANS ARE SO SMART?”, donde se exploran nuevas explicaciones de las razones por las que esto ocurre.

Durante mucho tiempo, los científicos han sabido que mientras más grande sea el cerebro significa mayor inteligencia. Sin embargo, este hecho también tiene relación con qué tan grande sea el cerebro o qué tan desarrollado esté a la hora de nacer.

En los mamíferos este tema lo decide la naturaleza. Esto se debe a que los humanos, al igual que las jirafas por ejemplo, son animales vivíparos. Esto quiere decir que las crías se desarrollan dentro del vientre y salen sin protección alguna. Sin embargo, la diferencia es que las crías de jirafa pueden pararse y caminar a las pocas horas.

La nueva teoría sugiere que esta relación entre bebés sin capacidades y adultos inteligentes no es aleatoria sino necesaria. Celeste Kidd y Steven Piantadosi son dos investigadores que están convencidos que, al ser menos capaces de hacer las cosas, los humanos adultos se ven en la obligación de hacerse más inteligentes para entender las necesidades del bebé sin que este exprese claramente lo que desea. Sin embargo, al hacerse más inteligentes los adultos pueden traer al mundo bebés con menos capacidades, y al repetirse esto por varias generaciones, ha dado lugar a lo que ocurre hoy en día con los bebés de los seres humanos.

Lo que la teoría de estos investigadores no aclara es ¿por qué este proceso ocurrió en los humanos y no con otro primate?.