HISTORIAS
La Neuro-teología
Es difícil negar que buena parte de la historia de la humanidad está asociada a la religión. Esto ha hecho que algunos científicos lleguen a señalar que esta habría podido ser parte fundamental del desarrollo de los seres humanos, e incluso que habría influido en el funcionamiento del cerebro.
Recientemente, un grupo de investigadores fue un poco más lejos y han llegado a sugerir que cuando una persona tiene una experiencia religiosa, su cerebro activa las partes correspondientes a la recompensa. Sin embargo, como señala un artículo de Quartz, titulado “The neuroscience argument that religion shaped the very structure of our brains”, la investigación tiene serias limitaciones como para llegar a esa conclusión.
Se trata de un estudio publicado bajo el nombre “Reward, salience, and attentional networks are activated by religious experience in devout Mormons”, el cual ha sido elaborado por científicos que forman parte de una corriente de pensamiento llamado la Neuroteología que afirma que la religión y el cerebro están conectados.
En esta investigación, cuya muestra fue de 19 personas, se aplicó un escáner cerebral a los participantes, y según señalan sus resultados, se descubrió que cuando tenían una experiencia religiosa la parte del cerebro relacionada con la recompensa se activaba. Sin embargo, lo mismo sucede cuando las personas tienen cualquier tipo de experiencia secular.
Esto quiere decir que la misma parte del cerebro se activa cuando alguien lee un artículo político, filosófico, científico o con alguna opinión con la cual la persona se identifica activamente. Esto significa que el sentir religioso no tiene ningún fondo más trascendente que otro tipo de experiencia.
Sin embargo, los historiadores no conciben la historia de la humanidad sin la religión. Es innegable, asimismo, el hecho que la religión tuvo un papel sumamente importante en el desarrollo de las sociedades. Por ello, muchos expertos incluso creen que ayudó a formar cómo es nuestro cerebro hoy en día.
Esto se explica porque al usar con frecuencia ciertas partes del cerebro estas crecen, y la religión podría explicar que tengamos algunas de las partes más desarrolladas de nuestro cerebro hoy en día. Por ejemplo, los lóbulos frontales son necesarios para planificar el futuro y controlar comportamientos compulsivos, por tanto, ambos sirven para una sociedad organizada religiosamente.
Los lóbulos frontales de los seres humanos de hoy en día están muy desarrollados y esto podría tener que ver con la religión. Sin embargo, la evidencia aun no consigue demostrar completamente esto.
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