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En San Francisco, no se comprarán gaseosas con fondos públicos

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En países como México, Estados Unidos y Canadá, el consumo de azúcar es de hasta diez veces el máximo permitido.
16 de junio de 2015
Red star
Por qué es importante
El consumo de bebidas gaseosas está estrechamente ligado al sobrepeso y la obesidad.

Desde hace varios años, la Organización Mundial de la Salud ha emprendido una lucha contra el abuso en el consumo de azúcar, sobre todo de aquellos azúcares libres o que se agregan a los alimentos, bebidas gaseosas y jugos. De acuerdo a una norma de 2002, este tipo de azúcares no debía sobrepasar el 10% del valor energético diario. Recientemente, en su Nota informativa sobre la ingesta de azúcares recomendada en la directriz de la OMS para adultos y niños, ha corregido la anterior norma y ahora propone que el azúcar añadido no supere el 5% del valor energético (menos de 6 cucharaditas al día).

Además, el Código contra el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte sobre el peligro de consumir bebidas azucaradas frecuentemente por su alto contenido de azúcar, que influye en el aumento de peso, la alteración celular y otros trastornos.

La industria de este tipo de bebidas no ha tomado bien estas recomendaciones de la OMS. La mayoría de ellas no ha optado por reducir los azúcares agregados, en gran medida porque hay países como México, Estados Unidos y hasta Canadá donde se consume hasta diez veces más que esas cantidades.

Esta circunstancia llevó el año pasado a que conjuntamente con las Elecciones de Medio Término que hubo en los Estados Unidos se plantearan iniciativas legislativas que permitan aplicar impuestos directos a las bebidas gaseosas. Se logró en Berkeley pero no en San Francisco.

Por ello, la ciudad de San Francisco ha estado evaluando otro tipo de iniciativas que le permitan colocar advertencias sanitarias en las bebidas azucaradas, o, al menos en la publicidad de estas. Se ha sabido que no se logró reunir los votos para incorporar una etiqueta en cada envase similar a la que figura en las cajetillas de cigarros, pero sí se tendrían los necesarios para añadir la advertencia en la publicidad.

Esto significa que esta semana, la Junta de Supervisores de San Francisco (The San Francisco Board of Supervisors) decidirá si aprueba la norma que convertiría a la ciudad de San Francisco en la primera de los Estados Unidos que obligue a las empresas de bebidas gaseosas a colocar una advertencia conjuntamente con sus avisos publicitarios en vallas publicitarias y carteles, estadios y paradas de autobús, menos en periódicos, revistas y en Internet, que diga algo así como: 

  • El consumo de bebidas con azúcar añadido contribuye a la obesidad, la diabetes y la caries dental. Este es un mensaje de la Ciudad y Condado de San Francisco.
  • WARNING: Drinking beverages with added sugar(s) contributes to obesity, diabetes, and tooth decay. This is a message from the City and County of San Francisco.

Esta propuesta ya fue aprobada en una primera instancia conjuntamente con otras dos medidas, entre las cuales está, que se prohíbe el uso de fondos de la ciudad para la compra de bebidas azucaradas.

Estas iniciativas son importantes porque revelan un compromiso de las autoridades de la ciudad con la salud de la comunidad y el deseo de intentar hacer algo en la lucha contra la obesidad, la diabetes y la caries dental, lo cual puede motivar hacia futuro a que se apruebe una medida estatal que tenga efectos similares.