HISTORIAS
La educación que necesita reforma
Cuando el propio sistema educativo no logra cambiar aquello que está mal, ni asegurar que se cumpla el objetivo de formar a las nuevas generaciones y que estas puedan estar preparadas para asistir a la universidad o a un instituto técnico, existen otros mecanismos a los cuales se puede apelar para reclamar que el servicio educativo que ofrece el estado sea de mejor calidad.
Así parece haberlo entendido el juez Thomas Moukawsher de la Corte Suprema en Hartford, en Connecticut, quien ha decretado la necesidad de impulsar cambios urgentes en el sistema educativo, a raíz de una demanda presentad hace más de una década por un grupo que alegó que el sistema de financiación de las escuelas del estado era inconstitucional e injusto para las comunidades pobres.
Y es que se ha advertido que en algunos barrios el hecho de que los niños se hayan graduado no tiene importancia alguna, ya que no saben leer, escribir, ni hacer ejercicios de matemática. Todo indica que el principal culpable es un sistema de evaluación de profesores sumamente ineficiente, el cual no cumple su objetivo y permite que cualquiera enseñe, lo cual tiene enormes consecuencias negativas en los niños, según da cuenta un interesante artículo de The New York Times, titulado “A Holistic Ruling on Broken Schools”.
De acuerdo, a lo que se ha conocido, el sistema educativo en Connecticut, solo está beneficiando a los colegios privados y a los barrios adinerados, dejando de lado la educación pública y haciendo que la situación en los barrios pobres empeore.
Por ello, el juez no se limitó a criticar el sistema educativo, sino que ha ordenado que se revise y se cambie, principalmente los servicios de educación especial, evaluaciones de los maestros, entre otros, con el fin de que se distribuyan los recursos en función de la necesidad y que eso permita mejorar los niveles de rendimiento y de graduación del las comunidades pobres.
El problema principal es el mal manejo de los fondos que suelen ser distribuidos entre los colegios de barrios ricos, los cuales absorben millones de dólares que podrían ser distribuidos en barrios más pobres para mejorar la educación y las condiciones de vida de esos lugares.
Si bien la decisión del juez es apelable, se espera que se acepte la orden y se empiece a cambiar la forma en la que las cosas están estructuradas.
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