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Costa Rica y la palta

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La población de Costa Rica se ha vuelto casi adicta a la palta Hass que se importa principalmente de México.
19 de septiembre de 2016
Red star
Por qué es importante
México exportaba a Costa Rica aproximadamente 12 mil toneladas al año, mientras que toda la producción de Costa Rica alcanza apenas las 2 mil toneladas.

Para muchas personas, es común saber de diferentes tipos de adicciones, pero una a la palta, es poco familiar. Sin embargo, eso parece ser lo que está ocurriendo en Costa Rica, según da cuenta The Economist, en su artículo “Rich, creamy and rare”, el cual da cuenta de el gusto por la palta Hass desarrollado por los “ticos”, que es como se les conoce a los costarricenses.

El problema es que la mayor parte de la palta Hass que consumen en ese país, proviene de México, y, recientemente, los pobladores se quejan porque, actualmente, no pueden conseguir este tipo de palta a un precio razonable. Hoy en día, la carne de vacuno está más barata y es más accesible que la palta.

¿A qué se debe esto?

Esta situación ha sido ficticiamente creada por una suerte de protección que ha establecido Costa Rica contra el sunblotch o mancha de sol del aguacate, que es una plaga que ataca a la palta que puede pasarse de una especie a otra.

La medida de restricción del acceso al país caribeño, ha determinado que países como México, el cual es el principal exportador de palta Hass a Costa Rica, rechacen la medida, pero además, ha enfadado a la población, la cual prefiere el sabor de este tipo de palta antes que la local. Esta última es suave, su cáscara es verde y suele ser buena en las ensaladas, pero no tiene la textura de la palta Hass.

Como consecuencia de las restricciones fitosanitarias, los productores locales se encuentran felices, ya que han tomado la medida como un impulso para que sean ellos los que logren satisfacer los paladares locales. Sin embargo, esto es complicado, ya que antes de la prohibición, México le vendía a Costa Rica 12,000 toneladas de palta Hass, mientras los productores locales suelen alcanzar sólo 2,000 toneladas de todos los tipos de palta.

Todo esto hace pensar que difícilmente se podrá resolver el problema que se ha creado por la palta Hass. Los restaurantes costarricenses afirman que un quinto de la palta que compran se pudre porque sus clientes sólo desean consumir palta Hass.

Si bien esto podría ser tomado como algo positivo para los empresarios locales, la realidad es que cerrarse ante el mercado mundial afecta negativamente al mercado, incluida la misma población.

Esperemos que se cambie esto pronto.