La prevención y la atención primaria

En nuestro país se ha abierto un debate sobre los beneficios de que se apruebe un Manual de Advertencias Publicitarias en el que se fije estándares mínimos para el etiquetado de alimentos. Por un lado, están quienes piensan que es exagerado en la medida que no se ha hecho un estudio de la dieta de los peruanos, quienes solo consumen un 10% de productos procesados. Por el otro lado, los profesionales de la salud señalan que es una buena medida porque vamos camino a la obesidad y que será positivo que la industria se adapte a producir cosas más saludables.

Precisamente, relacionada con esta discusión, un reciente artículo de The Economist, titulado Why developing countries must improve primary care, da cuenta que los cambios producidos a nivel de la incidencia de ciertas enfermedades, exigen que los países en desarrollo pongan más énfasis en la atención primaria y mejoren el enfoque que siguen para procurar la salud de la población.

The Economist reconoce que hoy se vive más, incluso en los países en desarrollo, en la medida que se ha reducido la mortalidad infantil en una serie de enfermedades para las cuales hoy en día existen vacunas. Sin embargo, también advierte de la falta de acceso de unos 400 millones de personas a la atención primaria que es el nivel básico de atención donde teóricamente se tratan las enfermedades infecciosas para evitar que se vuelvan epidemias. Estamos hablando de presión arterial alta, diabetes o depresión que no se llegan a tratar porque no se detectan debido a la falta de atención mencionada.

En eso consiste la tarea de la salud pública, en usar la información que provee la atención primaria para delinear políticas. El problema es que muchos países están optando por construir más infraestructura hospitalaria en lugar de invertir en la atención primaria y en la prevención.

Lo que dice The Economist es que existen programas interesantes en algunos países como Costa Rica que tiene el menor gasto promedio mundial de salud, pero la mayor esperanza de vida después de Canadá y Chile, gracias a la apuesta que ha hecho en atención primaria y prevención.

Sería bueno entonces que quienes están a cargo de la definición de políticas públicas en salud en este gobierno, tomen en cuenta estas reflexiones para influir en mejorar los hábitos de la población para prevenir enfermedades, y no solo se apueste por un aumento de presupuesto pero sin un enfoque adecuado.