IDEAS
Niños menos engreídos
Más de uno debe haber presenciado alguna vez el berrinche de un niño ajeno o propio porque no se les da algo que quieren, no se va donde ellos quieren ir, o simplemente porque están aburridos.
En esos casos, los padres normalmente tratan de tranquilizarlos, desviar su atención de aquello que ha provocado el berrinche o simplemente cuando esto no es posible, los sacan del lugar donse se produjo el incidente y no regresan hasta que hayan recuperado la calma.
Un interesante artículo de The Washington Post, titulado “How to raise kinder, less entitled kids (according to science)”, sugiere a los padres tomar en cuenta cosas que pueden hacer o que no han hecho para evitar tener que pasar por este tipo de situaciones.
Ayudarlos a tomar conciencia de por qué ocurren las cosas. A los niños no les gusta esperar y cuando tienen que hacerlo empiezan a quejarse o ponerse inquietos. En esos casos lo primero que hay que hacer es hacer una historia de lo que puede estar ocurriendo en la cocina que hacer que se demore tanto en llegar la comida. La cocina se malogró, se acabó el gas, la cocinera se atoró, al camarero le dio calambre, se acabó el pollo, o cosas parecidas que hagan tomar en cuenta al niño, de que hay un mundo más allá del propio.
Explicar que lo que se hizo una vez no necesariamente será la regla. La escuela con sus horarios y sus actividades, crea en la mente de los niños lo que se llaman las rutinas mentales de cómo deben suceder las cosas. Cuando hay un paseo, la lonchera es especial. Cuando van a empezar las vacaciones, se sale más temprano. Esto mismo ocurre con las actividades que los niños hacen con los padres. Cuando van al cine, se come pop corn.
El problema con este tipo de rutinas mentales, es que si por alguna razón en alguna ocasión se agrega algo, los niños esperan que esto ocurra siempre. Si alguna vez se les invitó un helado después del cine, los niños esperan que esta rutina se repita siempre que acudan a ver una película.
Hacer sentir a los niños agradecimiento por lo que tienen. Quizá sea la mejor recomendación que hace el artículo. Los niños deben entender que lo que ellos tienen no es lo que tienen todos los niños. Algunos tienen más que otros. Por ello, se debe enseñar a los pequeños que existen personas con menos recursos y, además, deben sentirse agradecidos por lo poco o mucho que tienen.
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