NÚMEROS
El karoshi o muerte por exceso de trabajo
Si bien en la mayor parte de países del mundo la jornada de 8 horas de trabajo diario y 40 semanales es reconocida como la jornada laboral adecuada, en la práctica esto no ocurre y los trabajadores terminan trabajando más de las horas legalmente establecidas.
Cuando esto ocurre, en el mejor de los casos, las horas extras son reconocidas y pagadas de forma justa, pero esto no es la regla general. En algunos países, incluso es mal visto para la cultura empresarial que los trabajadores dejen sus puestos de trabajo en los horarios establecidos.
Para compensar eso, han surgido corrientes que se preocupan por introducir en los establecimientos de trabajo, zonas de descanso, áreas de gimnasio y otros recursos que motiven a que los trabajadores pasen más tiempo en los centros de trabajo, muchas veces sin darse cuenta.
El problema con esto es que parece que se estaría llegando a extremos, al menos en algunos países, según ha dado a conocer un artículo de The Economist, titulado “Overdoing it”, sobre el cual se basa esta nota. De acuerdo a este, en los casos extremos, el exceso de trabajo está llevando al suicidio de personas.
Uno de los casos es el Japón, donde culturalmente el exceso de trabajo es una práctica arraigada. Hay casos en los que los trabajadores dejan sus centros laborales tan temprano que solo les da tiempo de ir a comprar una camisa nueva para volver a la empresa porque ya es un nuevo día.
Este tipo de ritmo está trayendo consecuencias que ya se han hecho visibles, siendo la más grave el karoshi, que se traduce a, literalmente, “muerte por exceso de trabajo”. Ha habido más de un caso en el que un trabajador ha tenido un ataque en la mitad de sus tareas. Además, muchos empleados han tratado de cometer suicidio. El año pasado, una joven de apenas 24 años se suicidó por exceso de trabajo.
Todo esto ha obligado a que las autoridades empiecen a cuestionarse respecto a la efectividad de su sistema de trabajo que en promedio da como resultado que muchos trabajadores acumulen entre 80 y 100 horas adicionales extras de trabajo en un mes.
El desafío es que como esta cultura del exceso de trabajo hoy está incorporada en las estadísticas de productividad de las empresas, cuando un trabajador deja de trabajar esas horas adicionales, los otros se tienen que encargar de su trabajo cayendo en un círculo vicioso.
Ojalá que sin importar las estadísticas, el gobierno japonés tome cartas en el asunto porque las personas son más importantes que los números y el exceso de trabajo se está convirtiendo en algo negativo para la sociedad.
Publicar un comentario