HISTORIAS
Cuando el peso sí importa
Todos aquellos que han viajado alguna vez en avión deben estar familiarizados con el procedimiento que se tiene que seguir para subir a un avión. Uno de ellos consiste en pesar el equipaje de los pasajeros, buscando que no exceda el límite. Esto se hace porque, si bien los aviones son enormes y tienen la capacidad de sostener una gran cantidad de peso, estos también tienen un límite.
Los efectos de un avión con sobrepeso pueden ir desde un mayor gasto en la gasolina, hasta dificultades con el balance de la nave. Ambas opciones podrían ser fatales y es por eso que los controles son tan rigurosos. Sin embargo, ¿qué pensarías si en vez de pedir una maleta para pesarla, los encargados del vuelo piden pesar a los pasajeros?
Un caso de esta índole ha despertado el malestar de todo una nación, según da cuenta un artículo de The Economist, titulado “An American airline wins the right to weigh passengers on its Samoan route”.
El artículo ilustra una situación que se presentó con un pasajero de Hawaiian Airlines cuando un empleado le pidió permiso para pesarlo.
No se trataba de una decisión arbitraria sino que ya se había presentado otro incidente similar cuando en la misma aerolínea, un piloto se percató que estaban quemando gasolina más rápido de lo normal. Luego de descartar diversos factores técnicos como el viento, observaron que el problema podía estar relacionado con el peso de los pasajeros. Entonces se hizo una encuesta entre los pasajeros y se descubrió que tanto ellos como sus maletas eran 14 kg más pesados de lo esperado.
Es por esto que Hawaiian Airlines empezó a pedir a sus pasajeros su peso. Sin embargo, lo que ha despertado el malestar es que este solo se les pide a los clientes que vuelan entre la isla de Honolulu y la Samoa Americana. Ellos ya no podrán elegir sus asientos antes de abordar el avión, sino que estos les serán asignados de tal forma que el avión se encuentre bien balanceado.
Para la tranquilidad de todos, esto tampoco es arbitrario, para quienes no lo saben, la isla de Samoa Americana tiene uno de los niveles más altos de obesidad del planeta. Por ello, la aerolínea se ha defendido diciendo que no tuvieron este problema en ninguna de sus otras rutas.
En la medida que se trata de un asunto de seguridad de todos los pasajeros, y que no se impide que ninguna persona viaje, sino que únicamente se plantea asegurar un balance en el peso, todo parece indicar que las medidas son las adecuadas aunque para algunos sean denigrantes.
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