IDEAS
El cambio climático en las elecciones de EE.UU
Un reciente artículo de Martin Wolf en Financial Times, titulado “Climate change and the risks of denying inconvenient truths”, sirve para ilustrar la posición de los candidatos a la Casa Blanca en los EE.UU.
Desde la perspectiva del articulista, la actitud de ambos partidos (Demócrata y Republicano) frente al cambio climático es de negación, lo cual es inédito en la medida que hay innumerable evidencia de que el cambio climático existe, es real y es un problema que ha llegado para quedarse.
Si bien todo el mundo celebró el acuerdo de París del año pasado, lo cierto es que poco se ha avanzado y que más bien todo se ha quedado en propósito de enmienda.
Para Wolf, hay dos tipos de negación: la negación mayor y la negación menor.
La negación mayor desconoce el calentamiento global y sus efectos, porque si fuera cierto, combatirlo supondría una crisis enorme en la economía del país, en la medida que obligaría a restringir la actividad económica por temor a las emisiones de fábricas, automóviles, entre otros, afectando la generación de riqueza. Por lo tanto, para evitar afrontar una situación como esa, se niega completamente la existencia del problema, porque de ser cierto, sería demasiado devastador para la economía.
La negación menor es de aquellos que sí creen que el calentamiento global es un problema real, pero fallan en comprender su magnitud. Es por esto que, en vez de dirigir una lucha urgente para reducir los efectos del cambio climático, plantean propuestas tímidas con metas básicas, postergando enfrentar el problema en su real dimensión, o esperando que este desaparezca en el futuro de forma espontánea.
Esto significa que desde el punto de vista de la agenda de la lucha contra el cambio climático ninguno de los candidatos es mejor o peor que el otro porque ninguno propone asumir el liderazgo para enfrentar el problema.
El drama de que esto esté ocurriendo es que se trata de la primera potencia mundial dando la espalda a un problema global que requiere un liderazgo de la misma naturaleza que ninguno de los candidatos manifiesta poseer.
Así que lo único que queda es esperar que quien resulte elegido, no cierre los ojos a la realidad.
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