Todos quienes alguna vez han participado del esfuerzo de definir la misión de una organización saben que no es un asunto tan sencillo.
Para Facebook, tampoco. Y es que la famosa red social tiene un problema de identidad, según sugiere un interesante artículo de The Wall Street Journal, titulado “Facebook Leaders Call It a Tech Company, Not Media Company”.
La mayoría de personas la considera una red social que hoy en día vive de la publicidad, lo cual la califica como una empresa de medios que en el fondo vende mucho contenido.
Sin embargo, la empresa se resiste a esa definición y su alta dirección afirma que son una compañía que se dedica a crear herramientas y plataformas para que otras personas puedan utilizarlas y aprovecharlas. Con esto definen haber creado cosas como Facebook Live (opción que permite grabar lo que se está haciendo en ese momento en vivo) o la red social en sí.
El problema es que la empresa no puede disociarse del contenido que se introduce en su plataforma, ni del control del mismo. A diferencia de otras redes sociales, tiene restricciones muy fuertes. Hace poco hubo una polémica porque la red social bloqueó una foto editada de un pato con fuego en la cabeza, considerando el contenido ofensivo.
Para los líderes de Facebook su objetivo es construir un lugar donde todas las ideas puedan existir, pero a la vez crear una comunidad segura. Esto puede llegar a complicarse ya que la libre opinión de alguien puede llegar a ofender a otra persona. Por ello, la empresa debe dedicarse constantemente a evaluar si un contenido es realmente ofensivo o no.
La pregunta que ellos no quieren hacerse es si eso los califica o no como una empresa de medios.
Los expertos advierten que es un error la negación de Facebook de su identidad como empresa de medios, porque es una parte vital de lo que hacen, aunque ciertamente también es válido defender su esencia como plataforma.
Para el mundo financiero, no hay ninguna incomodidad en considerarla un híbrido que ciertamente cada vez gana más dinero colocando publicidad. Para los abogados, es mejor considerarla una plataforma que no tiene responsabilidad sobre los contenidos que circulan por la red.
Todo un problema de identidad cuyo origen tiene varias explicaciones y muchas implicancias.
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