HISTORIAS
Alemania en la era Trump
La elección de Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos ha dejado a los ciudadanos de dicho país sumamente sorprendidos, por decir lo menos. Sin embargo, el país norteamericano no ha sido el único cuya población se ha visto afectada por la elección. Los países de Sudamérica también han demostrado su temor y, ahora, Alemania se suma a la lista.
El país germano no tiene miedo de una posible guerra ni nada por el lado bélico. Lo que los expertos temen, más bien, es un cambio dentro de la forma en la que las economías mundiales funcionan. Esto se debe a que todo está conectado y si uno de los participantes cambia radicalmente la forma en la que hace las cosas, el resto también se verá afectado, afirma el artículo de Financial Times, titulado “German industry fears Trump trade backlash”, sobre el cual se inspira esta nota.
Y es que el miedo se generó a raíz de las promesas durante la campaña de Trump. El candidato prometió que generaría un proteccionismo fuerte en Estados Unidos, tratando de priorizar el crecimiento de su país sobre el del resto del mundo. En otras palabras, implementaría lo que muchos llaman la política “Estados Unidos primero”.
El problema con esto –más allá de las buenas intenciones que pueda o no tener- es que un proteccionismo fuerte afecta al resto del mundo, ya que Estados Unidos es una de las potencias económicas más grandes e importantes del planeta. Por ello, es seguro que afectará a China, pero también a países como Alemania.
Esto se debe a que este es un país en el cual uno de cada cuatro trabajos depende de las exportaciones. Esto significa que si un mercado tan importante como los EE.UU. se orienta hacia el proteccionismo, las redes de intercambio se verían afectadas enormemente. Los países dejarían de tener la seguridad que el mundo es un lugar donde sus presidentes abogan por un lugar sin fronteras y de libre mercado.
Por otra parte, el nuevo presidente también prometió renegociar el acuerdo que tiene Estados Unidos con México y Canadá, lo cual también afectaría a Alemania. Esto es porque el país germano tiene fábricas de ensamblaje de carros en distintos lugares de México, los cuales luego son transportados hacia Estados Unidos que dejaría de absorber esa producción.
Si bien nadie puede predecir el futuro, los próximos años por ahora son toda una incertidumbre para la economía mundial.
Sin embargo, otras voces también dicen que hay que dar el beneficio de la duda al nuevo presidente.
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