IDEAS
El impacto de los viajes en el hígado
Al cuerpo no se le puede exigir mucho, ya que podría reaccionar de manera sumamente dañina para el ser humano. Por ejemplo, fumar una gran cantidad de cigarrillos al día es una forma de aumentar nuestras posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón. Asimismo, comer mucho o tomar muchas bebidas alcohólicas son dos formas de desarrollar cáncer de hígado.
Sin embargo, no siempre se deben realizar cosas que se reconocen como dañinas para que el cuerpo desarrolle esta enfermedad mortal. Quizás -quién sabe- podríamos estar matándonos poco a poco sin estar completamente conscientes del caso. Un ejemplo de esto es la disrupción del reloj corporal, afirma el artículo de The Economist, titulado “Why disrupted body clocks trigger liver cancer”.
El cambio en el ritmo circadiano se puede dar por muchos motivos. Uno de los más comunes en el mundo de hoy en día es debido a viajes por el trabajo. En otras palabras, se le asigna a un empleado que viaje a otro país por unos días. Sin embargo, si ese país tiene un huso horario distinto al que está acostumbrado, los horarios alteran el ritmo biológico.
Y es que como se sabe, una de las principales funciones del hígado es generar bilis, la cual ayuda con la digestión de alimentos y bebidas que pasan por este órgano. El detalle es que el hígado genera este compuesto según los horarios a los que estamos acostumbrados. Por tanto, cambiar los ritmos circadianos genera que el hígado genere bilis de forma descontrolada a niveles de sobreproducción.
Esto, según un experimento reciente, podría generar daños al hígado y fomentar el desarrollo de cáncer.
El experimento, realizado por los doctores Loning Fu y David Moore con ratones, fue el que encontró estas conclusiones. En este, se cambió el ritmo circadiano de distintos ratones exponiéndolos a varias horas de luz o a días enteros sin ella. El resultado fue que muchos de ellos sobre-produjeron bilis. Sin embargo, el verdadero detalle radicó en el hecho que, de todos ellos, el 9% desarrolló cáncer de hígado. El experimento duró un total de 90 semanas. Pero, en ese poco tiempo el cuerpo de los ratones generó la enfermedad.
Definitivamente, al igual que el cigarro, si se consume esporádicamente hay menos posibilidades de tener cáncer. Pero, en el caso de alguien que viaja todas las semanas por trabajo, las consecuencias podrían ser nefastas.
Estos hallazgos no son definitivos, pero no hay que confiarse.
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