China: más libertad económica, más divorcios

“Sacar la vuelta” es una frase utilizada en el lenguaje popular peruano para señalar a alguien que no está siendo fiel a su pareja, y por lo tanto le “saca la vuelta” con otra persona. En el caso de los jóvenes, esta circunstancia trae como consecuencia la mayoría de las veces, el término de la relación. Sin embargo, no ocurre de la misma manera en el caso de los matrimonios.

Esto se explica, porque una pareja casada tiene muchas más cosas que perder, tales como la unidad familiar cuando hay hijos involucrados, el lugar que ocupan en la sociedad como familia, e incluso la comunidad de gananciales que han construido.

Sin embargo, este no es el caso de China, donde el divorcio se está haciendo cada vez más común, a la par que se está generalizando la práctica de la infidelidad tanto de hombres como de mujeres, según ha dado a conocer un artículo de The Economist, titulado “Divorce is on the rise in China”.

El caso de los amantes en China ocupa un lugar en la historia de ese país. En tiempos imperiales, los hombres poderosos y adinerados solían tener muchas concubinas, además de una esposa oficial. Esto era tolerado por todo el mundo, pero sí se esperaba que las mujeres no tuvieran ningún amante. Sin embargo, todo cambió en la década de 1950, cuando la prostitución y las concubinas fueron criminalizadas. El impacto fue tal, que incluso 30 años después, muchos hombres solo tenían relaciones con sus esposas o novias.

Esta situación ha ido cambiando en los últimos años. Hoy en día se ha hecho muy normal que las personas casadas –sean hombres o mujeres- tengan relaciones fuera del matrimonio. La explicación que se encuentra a esto es que una mejor educación en China, ha llevado a mayor libertad económica y más tiempo para tener una o un amante.

Por otra parte, el aumento de los casos de infidelidad es tal, que personas como Yu Feng, que se dedican a convencer a maridos a dejar a sus amantes, pueden vivir tranquilamente dedicándose solo a esto. Yu Feng cobra entre USD 15,000 y USD 75,000 a mujeres casadas que le piden que convenzan a sus esposos de dejar a sus amantes. Los casos suelen durar entre 7 y 8 meses, y lo que hace Feng es promover que los matrimonios vuelvan a encontrarse y reconozcan el daño que produce a su relación la infidelidad.

Si bien el rango de divorcios aún no es tan grande como en Estados Unidos (3.2 por cada 1,000 personas) la realidad es que camina hacia una cifra cercana. China tiene actualmente un rango de 2.8 divorcios por cada 1,000 personas.