IDEAS
Empresas raspan la olla con fusiones
Algunos sectores económicos suelen caracterizarse por tener pocos actores. Uno de ellos es el de las líneas aéreas, lo cual explica las fusiones y adquisiciones que se han producido en el pasado en dicho mercado. Los acuerdos tomaron diferentes formas pero tuvieron como motivación compartir códigos, la cooperación comercial, la coordinación de horarios, las oficinas e instalaciones aeroportuarias, y las rutas en áreas geográficas más extensas.
En otros casos, las fusiones y adquisiciones también obedecen a estrategias de mercado, por ejemplo, cuando se quiere promover la integración vertical en un sector sobre el cual se quiere tener el control y se plantea una fusión con otra empresa que lo facilite.
Sin embargo, la efervescencia de las fusiones que se han conocido en los últimos meses obedecería a una motivación distinta. No tendrían que ver con ninguna de las razones anteriores, ni con movimientos favorables en la bolsa de valores o los tipos de interés que permitirían acceder a dinero a bajo precio; sino al interés en reducir costos.
Esto tendría que ver con el hecho que la crisis financiera ha impactado en los pagos de dividendos a inversionistas y estos han presionado para reducir los costos, usando ingeniería financiera a otro nivel; esto es, a través de la compra de sus rivales.
La plata que hoy consiguen las empresas se está utilizando, no para crecer orgánicamente, sino para la ingeniería financiera. Hay más preocupación por la reducción de costos que por las ventas que sienten que están creciendo lento, con el fin de lograr sus metas de utilidades a cualquier precio. Quizá eso explique el dinamismo que han tenido las fusiones y adquisiciones en 2015.
El principio es que a mayor eficiencia, los márgenes son mayores, aun cuando los ingresos sigan mostrando un bajo dinamismo.
Esto es una constante en los anuncios de fusiones más importantes del año. Royal Dutch Shell anunció que su fusión con BG Group le permitiría un ahorro de US$ 2,5 mil millones en 2018. Nokia hizo lo propio cuando anunció su acuerdo con Alcatel-Lucent y planteó que la meta sería reducir los costos de 900 millones de Euros. Pero quizá quien fue más enfático fue Warren Buffett cuando defendió su acuerdo con 3G para comprar Kraft Foods Group porque ahorraría US$1,5 mil millones al 2017.
A la fecha los expertos dicen que hay otros sectores como el farmacéutico y el de consumo masivo donde ya se habrían cruzado ofertas que se verá en un futuro si se terminan consolidando. Así que cuando lea noticias sobre fusiones no piense automáticamente que los negocios van bien porque puede tratarse de alguna empresa que está tratando de raspar un poco más la olla.
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