IDEAS
Mitos y verdades del veganismo
La forma en la que las personas se alimentan ha cambiado en los últimos años de muchas maneras. Pero, quizás lo más interesante ha sido el crecimiento y el fomento del movimiento vegano. Este no solo implica los hábitos alimenticios de las personas que lo siguen, sino también sus hábitos de consumo (qué visten, con qué se maquillan, qué shampoo usan, entre otros).
Debido a que este y otros movimientos –por llamarlos de cierta manera- rompen con la dieta a la que la mayoría de las personas se encuentran acostumbradas, se han formado muchos mitos entorno a ellos. Un reciente artículo de Medical Daily, titulado “Vegan Vs. Raw vegan diet: myths and facts abour your health without animal products”, brinda información acerca de las verdades y mentiras de dos de estas nuevas dietas: la vegana y la vegana cruda.
Para comenzar, es importante comprender en qué consiste cada una de ellas.
La dieta vegana evita el consumo de todo producto de origen animal. Esto incluye alimentos, productos de cuidado personal e incluso prendas de vestir. Se trata de una filosofía de vida, según la cual el respeto hacia los animales debe ser igual que el que se tiene por las personas, en la medida en que ninguno merece sufrir ni ser usado para beneficio del otro si implica algún daño físico.
La dieta vegana cruda, añade a las restricciones de la anterior el no consumir alimentos que hayan sido cocinados a más de 40 °C. Esto nace de la idea de que, pasada dicha temperatura, la comida pierde su valor nutricional. Sin embargo, esto no es del todo cierto, algunos alimentos necesitan ser cocinados para que todos sus nutrientes se activen, como es el caso de los crucíferos (col, brócoli y coliflor).
Algo que tampoco es del todo cierto, es que al no consumir carne, la persona será más frágil. Si bien, las carnes aportan una gran cantidad de proteína y energía, estas también se pueden obtener consumiendo menestras, soya y nueces. Lo importante al llevar una dieta vegana o vegana cruda es aprender a balancear los alimentos y encontrar aquellos que aporten los nutrientes necesarios para estar sano. El error de muchas personas es creer que al restringir la ingesta de productos animales su cuerpo no sentirá cambio alguno. Por el contrario, es muy importante que se consulte con un profesional en nutrición para que guíe a la persona interesada.
Tampoco es cierto que la dieta vegana es cara. Este pensamiento surge de la idea que todo lo vegano debe ser orgánico y ciertamente estos productos sí son caros. Sin embargo, se puede armar una dieta vegana consistente luego de una visita al mercado.
En resumen, son varios los beneficios de una dieta libre de carnes, entre los cuales se encuentra la reducción de riesgo de enfermedades al corazón, según afirman algunos estudios. Pero como todo lo que respecta a la salud, antes de embarcarse en una de estas dietas, consulte a su médico de cabecera.
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