IDEAS
El mito de los alimentos anti cáncer
A fines de noviembre, el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), difundió una lista sumamente útil para los pacientes de cáncer con el fin de que no se dejen llevar por pseudoterapias que ofrecen que curan la enfermedad. Se trata de 78 falsas creencias sobre la alimentación y el cáncer, según dio a conocer el Diario Información, en su artículo titulado, Falsos mitos sobre los alimentos 'anticáncer', sobre el que se inspira esta nota.
La lista fue presentada en el marco del XI Congreso de Pacientes con Cáncer celebrado en Madrid y entre todas las cosas que se dijeron se explicó algo que muchas personas no tienen claro: el cáncer no se contagia así que no hay razón alguna para aislar a los enfermos.
Además, se puso en evidencia que muchas de las propiedad que se atribuyen a ciertos alimentos para luchar contra la enfermedad son falsas y que los enferemos deben sar que "no existe ninguna dieta anticáncer".
Vamos a empezar por los más comunes.
Soya: no existe ningún sustento científico sobre el hecho que los suplementos de soya reduzcan el riesgo o protejan del desarrollo del cáncer, lo que no significa que sea un buen alimento por su contenido de proteínas y su función estrogénica.
Té verde: las personas que reciben quimioterapia tienen que cuidar mucho su hidratación y una taza de te verde ayudará a esta, además de ser una buena fuente de antioxidantes, pero no se deben beber más de 3 tazas diarias porque incluso podría evitar la acción de los tratamientos antitumorales.
Ajo: las abuelas toda la vida lo han promocionado, pero no hay evidencia de que su consumo ayude a tratar el cáncer, lo que sí provoca de seguro es mal aliento, olor corporal desagradable, y hasta ardor en el estómago cuando se consume de forma abundante. Además, si el enfermo va a pasar o ha pasado por una cirugía es conveniente evitarlo en dosis elevadas porque puede incrementar el sangrado.
Los frutos rojos: cualquier fruta es buena para la salud y mejor aún cuando tiene antioxidantes, pero atiborrarse de estos no asegura para nada curar el cáncer, por más polifenoles que tengan. Lo que sí es seguro es que que afectará su bolsillo porque estos frutos suelen ser muy costosos.
Semillas de lino: el consumo de semillas se ha vuelto muy popular por la fibra y proteínas que proporcionan, pero no hay evidencia que estas protejan contra el cáncer o favorezcan la curación del mismo. Además, como tienen estrógenos débiles, es mejor que sean evitadas por mujeres con cáncer de mama hormono-dependiente o, al menos, que conversen sobre estas con sus médicos.
Cúrcuma: se dice que favorece la preservación de la memoria, pero no hay evidencia alguna en humanos que también sirva para prevenir el cáncer o que tenga efectos positivos sobre los tratamientos para luchar contra la enfermedad.
Lo lista podría seguir, pero lo importante es que a estas alturas ya todos estén convencidos que no hay dieta anticáncer.
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