Criminales en potencia

Si se supiera quiénes van a cometer crímenes en el futuro, ¿sería ético arrestarlos antes de que cometan los crímenes?

Muchas películas y comics han explorado esta pregunta, la cual parece sacada de la ciencia ficción. En torno a esta también se han desarrollado distintos debates, personas que piensan que sí se debería arrestar a los futuros criminales y quienes piensan que, más bien, se les debería influencia para que no llegue a cometer los actos.

Sin embargo, la realidad es que existe una ciencia que puede identificar quiénes podrían ser los futuros criminales basándose en una cosa: la salud mental de los niños.

Si bien parece como algo completamente arbitrario, un nuevo estudio encontró que ambos factores sí están relacionados, afirma el artículo de Quartz, titulado “The disturbingly accurate brain science that identifies potential criminals while they’re still toddlers”.

El estudio en cuestión fue publicado en Nature Human Behavior, bajo el nombre de “Childhood forecasting of a small segment of the population with large economic burden”.

En este, se encontró que el 20% de los niños de tres años con problemas de salud mental, procedían a cometer el 80% de los crímenes cuando eran adultos. El estudio analizó datos del estudio longitudinal de Nueva Zelanda, el cual incluía a más de 1,000 personas desde que nacieron al inicio de la década de 1970, hasta que cumplieron 38 años.

La salud mental fue medida utilizando distintas pruebas las cuales giraban alrededor de cosas como los reflejos, la capacidad de comprender el lenguaje, habilidades motoras y habilidades sociales.

Sin embargo, se sabe que una de las principales razones por las que las personas terminan siendo criminales es el factor socioeconómico. Pero, los encargados del estudio separaron a todos los que se encontraban por debajo de la línea de pobreza y encontraron los mismos resultados, el 20% cometió el 80% de los crímenes.

Estos resultados no deberían llevar a las personas a empezar a desarrollar censos cuando los niños nacen para determinar quiénes serán los próximos criminales de la siguiente generación.

La vida humana es sumamente compleja y cualquiera podría romper el molde. Los resultados deberían llevar, más bien, a una respuesta más humanitaria.

Puede sonar duro, pero es necesario ver a estas personas con compasión, comprendiendo que no es completamente su culpa y muchos de ellos nacieron con una desventaja cerebral. Esto no debería llevar a ver con mejores ojos los crímenes cometidos, pero sí ayudar a comprender mejor sus acciones.